El aumento en el uso de combustibles fósiles, metales y otros materiales está empeorando la situación del cambio climático y la contaminación atmosférica, además de reducir la biodiversidad y provocar el agotamiento de los recursos naturales. Esto provoca, inevitablemente, la escasez de materiales básicos y esenciales e intensifica el riesgo de tener conflictos locales.

La cantidad de materias primas extraídas de la Tierra aumentó de forma desorbitada desde 1970, pasando de los 22.000 millones de toneladas a los 70.000, en 2010.

Consumo insostenible

Es evidente que los patrones de producción y consumo son insostenibles en el tiempo. La sobreexplotación del suelo y la deforestación, pierde cada año una gran superficie de tierra fértil. Los datos del Fondo Mundial para la Vida Silvestre demuestran que la huella ecológica de un ciudadano medio en el mundo es de 2,5 hectáreas, lo que supone un 40% más de lo que sería sostenible. Desde que nos levantamos, estamos consumiendo recursos naturales que implican determinadas consecuencias sociales y ambientales en el planeta. Consumir no es sólo comprar: El consumo energético, el consumo del agua o el transporte también son consumo.

Los países ricos consumen, de media, 10 veces más materiales que los países pobres, 2 veces más que el promedio mundial

Elegir productos ecológicos 

Nuestra forma de consumir los recursos naturales es la única solución posible ante esta situación dramática. Muchos de los productos que adquirimos se convierten en residuos tras un solo uso, otros generan varios tipos de residuos.

Un producto ecológico, tiene un impacto menor en el medio ambiente durante todo su ciclo de vida. Cumple la misma función que un producto no ecológico, ofreciendo el mismo o mejor resultado para el usuario.

Sólo apagando los electrodomésticos que dejamos en “stand by” en nuestro hogar, reduciríamos el consumo eléctrico un 3%

Criterios ambientales a tener en cuenta en la compra de los productos

• Que las materias primas de los productos provengan de procesos de reciclaje
• Que las materias primas provengan de recursos renovables gestionados de manera sostenible
• Que las materias primas no hayan sido testadas o experimentadas en animales
• Que en el proceso de fabricación se haya tenido en cuenta la disminución de los impactos ambientales
• Que el producto sea reutilizable
• Que el producto sea reciclable

La extracción mundial de materias primas se ha triplicado en cuatro décadas

Poner precio a las materias primas

De cara al futuro, el Panel Internacional de Recursos IRP advierte que los países de bajos ingresos requerirán cantidades cada vez mayores de materiales, para alcanzar el mismo nivel de desarrollo que experimentan los países de altos ingresos. Esta demanda creciente de materiales, posiblemente contribuirá a generar conflictos locales como los que se observan en áreas donde la minería compite con la agricultura y el desarrollo urbano. El IRP recomienda poner un precio a las materias primas en el momento de la extracción, con el fin de que reflejen los costes sociales y ambientales de la extracción y el uso de recursos y, al mismo tiempo, se reduzca el consumo de materiales.