El agua es un elemento esencial e indispensable para la vida, así como sus recursos, que intervienen directamente en la reducción de la pobreza, el crecimiento económico y la sostenibilidad del medio ambiente. De esta forma, el día mundial del agua fue creado como una oportunidad para aprender más sobre este preciado recurso hídrico, y que a partir de esto, sirva para concienciar a la población de que es necesario tomar medidas con tal de cambiar la situación actual del planeta.

Importancia del agua para nuestro planeta

Podemos encontrar el agua en diferentes estados en la naturaleza, pero tan solo un 1% del agua del planeta es potable, y debe ser tratada antes de utilizarla para el consumo humano. Como hemos dicho, podemos encontrar el agua en ríos, mares, lagos, glaciales, o en estado gaseoso, también existe un gran porcentaje de agua que se encuentra bajo la superficie terrestre.

No solo necesitamos el agua para hidratarnos, sino que también es indispensable para la higiene, o para realizar actividades tan importantes como el proceso productivo de algunos productos, tales como el papel.

Por su parte, existen muchos países en desarrollo que vierten entre un 80% y un 90% de aguas residuales en las costas. Esto junto con la contaminación, el crecimiento acelerado de la población de esas zonas y otros factores, crea una amenaza para la salud pública, vida silvestre y fuentes de ingresos como la pesca y el turismo. Estas prácticas son muy comunes ya que el agua no recibe la importancia que merece para las instituciones internacionales, es decir, no se representa por un organismo específico.

Soluciones gubernamentales

Las soluciones naturales son la mejor respuesta frente al actual panorama del planeta, de todas formas, sería necesario implantar infraestructuras ecológicas y hacer que estas pudieran funcionar junto con las tradicionales para llevarlas a cabo. Estas soluciones tendrían como base plantar bosques, reconectar ríos con las llanuras aluviales y restaurar los humedales. De esta forma, podríamos restaurar el ciclo del agua y mejorar la salud pública.

Por otro lado, los gobiernos deberían dirigir sus políticas ambientales y económicas a una mejor gestión del agua, por ejemplo, deberían prestar especial atención a la agricultura, ya que es uno de los sectores en los que más agua se gasta y cuenta con un porcentaje muy alto de deficiencia en su administración.

Finalmente, sería de gran ayuda que el gobierno de cada país dedicara una gran parte de la educación a  concienciar a la ciudadanía sobre la importancia del agua, además de enseñarles las acciones que pueden realizar en su vida diaria con tal de no desaprovecharla ni hacer un mal uso de ella.