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Entrevista a Felipe Macías, catedrático en edafología y química agrícola de la Universidad de Santiago de Compostela

“TENEMOS QUE CUMPLIR LAS LEYES DE LA BIOSFERA”

La Edafología es la ciencia que estudia los suelos y sus factores de formación, incluyendo al hombre. Es fundamental en las disciplinas vinculadas a la circularidad puesto que el suelo es el gran reciclador de la biosfera. Bajo nuestros pies está el secreto para poder mejorar el medioambiente, según Felipe Macías. Además, el catedrático de Edafología y Química Agrícola de la Universidad de Santiago de Compostela nos explica cómo el suelo puede tratarse para mejorar su función en la circularidad intrínseca de la naturaleza. El experto universitario nos cuenta cómo podemos disponer de “suelos a la carta”.

La naturaleza tiende a ser circular ¿qué rol juegan los suelos en dicho proceso?

Los suelos forman parte de los ciclos biogeoquímicos, que son el mejor ejemplo de Economía Circular. En la Biosfera, absolutamente todo, rocas y biomasa, se recicla y vuelve a ser un recurso. Dentro de ellos, los suelos son un intermedio entre la roca y el sedimento.

¿Interacciona con el resto de sistemas?

Por su estructura porosa, permite la instalación de la vida en su interior y por la elevada superficie específica de sus componentes coloidales interacciona con el agua, el aire y los organismos vivos, regulando y controlando los ciclos de todos los elementos mediante un conjunto de reacciones geoquímicas y biogeoquímicas.

¿Qué distingue al suelo del resto de los sistemas de la biosfera, en cuanto a circularidad?

El suelo es el único sistema de la Biosfera que tiene un cierto poder de amortiguación frente a los impactos, que, aunque varía entre amplios límites, hace que el suelo sea el principal elemento protector de los otros compartimentos biogeoquímicos.

¿Los agricultores están abordando bien la gestión de los suelos para mantener la circularidad?

Aunque no es bueno generalizar, hay que decir que mayoritariamente los agricultores no gestionan adecuadamente los suelos para mantener la circularidad. Los suelos agrícolas de España han perdido entre un 40 y un 90% de su contenido de Carbono natural y eso reduce la estabilidad estructural, incrementa los riesgos de erosión, disminuye la fertilidad y la actividad biótica, incrementa la sensibilidad frente a los contaminantes…Por otra parte, compactación, salinización, eutrofización, contaminación, etc son también consecuencias de actividades agrícolas no suficientemente controladas.

¿Hacia dónde debe ir la agricultura en abordaje de suelos para consolidarse en circularidad?

El suelo es una mezcla de componentes orgánicos, los cuales derivan de la biomasa y la necromasa, y también de componentes inorgánicos, que derivan de la roca o material de partida. A pesar de que se puede cultivar y tener buenas cosechas en suelos con poca materia orgánica, la pérdida de este componente lleva a perder muchas propiedades relevantes. Así, disminuye el secuestro de carbono, incrementando el forzamiento climático, reduce la estabilidad de la estructura edáfica incrementando el riesgo de erosión, reduce la capacidad de retención y depuración del agua y la protección frente a los contaminantes y, por supuesto, reduce la biodiversidad y la actividad biológica.

“Hay que incrementar un 0,4% el carbono en suelos agrícolas”

¿Deben tomarse medidas urgentes?

Por ello, una buena medida es la propuesta por el Gobierno francés y firmado por numerosos países, entre ellos España: incrementar un 0,4% el contenido de carbono en los suelos agrícolas. Todo lo que sea favorecer la formación y durabilidad del humus es adecuado. Luego, hay otras muchas actuaciones necesarias, como son: evitar la erosión, la contaminación, la excesiva compactación, la salinización, eutrofización, etc.

¿En qué estado se hallan los suelos que han sufrido vertidos industriales?

Es muy variable porque depende de muchos factores. Fundamentalmente de la naturaleza e intensidad del vertido y de la capacidad de amortiguación del suelo frente a un impacto concreto. Por tanto, el estado final de un suelo que ha sufrido un vertido industrial puede variar desde los que incluso mejoran el cumplimiento de sus funciones ambientales y productivas, hasta los que quedan gravemente contaminados, convirtiéndose a su vez en fuente de contaminantes y viendo reducida su capacidad para realizar las funciones del suelo en la Biosfera.

¿Por qué razones deben circularizar las empresas contaminantes con los suelos?

Para poder ordenar adecuadamente el recurso suelo frente a las empresas contaminantes hay que conocer la sensibilidad de cada tipo de suelo frente a cada contaminante. Esta sensibilidad varía enormemente, existiendo suelos extremadamente sensibles, que se degradan casi sin aporte contaminante, y suelos extremadamente amortiguados en los que apenas se nota el impacto.

¿Cómo detectan la contaminación que soporta el suelo?

Un concepto muy útil es el de Carga Crítica de Contaminantes, que es la máxima cantidad que un suelo puede recibir de un determinado contaminante sin que, aparentemente, le pase nada a corto y medio plazo. Para concluir correctamente qué va a pasar y, sobre todo, cómo debemos actuar para corregir el problema hay que conocer: ¿qué tipo de suelo es? y ¿cuál es la naturaleza e intensidad de la afección?.

¿En qué estado se hallan los suelos de las balsas de fosfoyesos, en el campo de Huelva?

Hasta donde yo sé, creo que no están adecuadamente recuperados, como mucho hay fosfoyesos encapsulados, pero no una verdadera recuperación de las funciones de los suelos. Por supuesto, es un tema que me gustaría poder estudiar más y dar nuevas alternativas.

¿Sabe usted porqué las personas nos empecinamos en no romper el círculo de contaminación-producción nociva de los suelos?

Pues la verdad no lo sé. Creo que influye mucho el desconocimiento de lo que es el suelo y de las funciones que realiza, tanto en sentido productivo, suministrándonos alimentos y fibras y manteniendo una elevada biodiversidad y actividad biótica, como ambiental, mejorando la calidad del agua, secuestrando carbono, etc. También creo que tiene que ver con una deficiente ordenación de los usos del suelo, que debe hacerse teniendo en cuenta su sensibilidad, entre otros factores.

Tecnosoles “a la carta” para rehabilitar el suelo

¿Circularizando podemos disponer de suelos “a la carta”?

Por supuesto. La evolución natural de los suelos en el tiempo origina pérdidas y ganancias de determinados elementos y desequilibrios en su comportamiento físico-químico. Si a eso le añadimos los efectos producidos por las actividades humanas, los suelos pueden presentar alteraciones muy variadas de sus propiedades.

¿Gracias a ello se pueden llevar a cabo intervenciones en el suelo?

Conocer estas deficiencias o limitaciones es la primera parte de la actuación correctora, que puede llegar hasta hacer suelos “a la carta”, para ponerlos donde el suelo se había perdido, o nunca había existido, o para corregir las limitaciones y las consecuencias negativas de los contaminantes.

¿Cómo se puede hacer?

Esto se puede hacer una vez producida la afección, mediante las actuaciones de rehabilitación, pero es mucho mejor actuar preventivamente, reduciendo la producción y abandono de contaminantes y/o reforzando la resistencia de cada suelo frente a los posibles contaminantes. Son lo que llamamos “Tecnosoles a la carta” o “Tecnosoles a medida” que pueden hacerse con multitud de materias primas, suelos, residuos o subproductos adecuados, reciclados. Gran parte de los materiales que van a vertedero, donde son inútiles y producen efectos nocivos para el aire y el agua, podrían ser valorizados por este vía biogeoquímica que imita a la naturaleza.

¿Cuál ha sido el principal ámbito de aplicación de los Tecnosoles?

Aunque hasta la fecha la mayor utilización de los Tecnosoles se ha llevado a cabo para recuperar, rehabilitar, suelos, aguas y ecosistemas afectados por actividades mineras, industriales o de obra civil, también pueden beneficiar a la agricultura por muy diferentes vías.

¿Cómo contribuye a la agricultura?

En primer lugar, un suelo recuperado adecuadamente puede volver a producir alimentos y fibras, incrementando así la superficie cultivable. Por otra parte, se pueden utilizar para corregir deficiencias de los suelos de cultivo, como pueden ser: el bajo nivel de materia orgánica, la acidez, el exceso de alcalinidad, la distrofia, la eutrofización, la baja capacidad de cambio o de retención hídrica, etc.

¿Eso es lo que hacen los sustratos?

Lo que muchas veces se hace con sustratos o enmiendas, se haría mucho más efectivo y eficaz con suelos “a la carta”, diseñados específicamente para corregir las deficiencias. No hay que olvidar que la Naturaleza tiende a convertir en suelo casi cualquier material que queda en la superficie. Luego, si la Naturaleza hace suelo, reciclando todo, ¿por qué no la imitamos?

No lo sé. ¿Y cómo contribuye al medioambiente?

La enorme variedad de suelos naturales, con propiedades extremadamente variables que hay en el mundo, constituyen modelos a imitar para corregir deficiencias, excesos, desequilibrios y procesos contaminantes. Con Tecnosoles adecuados, tanto los contaminantes inorgánicos, como los orgánicos, pueden ver limitada y, en muchos casos, eliminada su acción negativa.

¿Se pueden combatir elementos altamente contaminantes?

Se pueden inertizar compuestos de arsénico, selenio, metales pesados, hidrocarburos… y también, en muchos casos, se puede impedir que se produzcan condiciones inadecuadas de movilidad y biodisponibilidad de elementos y sustancias de riesgo. Tecnosoles diseñados al efecto pueden impedir o ralentizar la oxidación de sulfuros, sulfoarseniuros y la lixiviación y movilización de metales, pueden retener iones tóxicos de forma muchas veces poco reversible (oclusión, adsorción específica), etc.

¿Se trata de prevenir?

Esta labor preventiva reduce fuertemente los impactos ambientales y permite incrementar el poder de amortiguación frente a uno o varios impactos. Es decir, adecuadamente diseñados los Tecnosoles pueden corregir o, al menos mitigar, las afecciones, incluso las más serias, y, usados previamente, como en la medicina preventiva, pueden evitar o minimizar los impactos y los costes de recuperación.

“Las decisiones políticas europeas son excesivamente tímidas”

¿Qué opina usted sobre las decisiones políticas que toma Europa en Economía circular?

Creo que las decisiones son excesivamente tímidas y llegan escasamente a la práctica por las múltiples regularizaciones e intereses existentes, que muchas veces impiden o retrasan la aplicación de los nuevos conocimientos.

¿Cómo?

Una prueba de ello es la enorme proporción de materiales residuales que van a vertedero en nuestro país (más del 50%) y, en general, en toda la Europa Sur. Siempre decimos que el vertedero es la peor gestión y entonces cabe preguntarse porqué no hacemos otras menos malas.

¿Por qué no estamos valorizando mucho más?

Para mí es imprescindible y urgente que las administraciones exijan que un material sólo puede ir a vertedero cuando no se ha encontrado otra solución. Además, debería imponerse una tasa de vertido mucho mayor que recogiese tanto el valor remanente del residuo, como la sanción por la incapacidad para buscar otra solución. Dicho de otra forma hay que “encarecer y desincentivar el vertido”.

¿Se pierde la confianza en los científicos?

Otro aspecto muy discutible, que se ha planteado este año en la Academia Francesa de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de Francia, es la pérdida de confianza en el conocimiento científico y, por el contrario, el auge de lo que podríamos definir como las “opiniones del miedo”, que casi siempre bloquean las posibles actuaciones. Un artículo muy significativo ha sido presentado: “Notre si cher principe de precaution”, que plantea que en Europa hay un exceso de los miedos ante los riesgos, agrandando siempre los problemas potenciales (principio de precaución) y, al mismo tiempo, hay una baja utilización del principio de racionalidad científica.

¿Ello qué comporta?

Esto, según el autor del informe, reduce la eficiencia europea, haciendo muy difícil llegar a la acción al estar dominadas las decisiones por principios de muy diversa índole, religiosas, políticas y visiones del mundo, y muy poco por el conocimiento científico y tecnológico. Una reflexión sobre el valor de las opiniones, decisiones de inacción, retrasos en la aplicación de los conocimientos, etc., no fundamentadas en la Ciencia, debería plantearse.

¿Y sobre las decisiones de Estados Unidos?

Aunque conozco menos las decisiones de Estados Unidos creo que son similares a las europeas, aunque con un peso muchísimo menor de la burocracia. Lo que no es poco.

¿Qué opina usted del tratamiento de los suelos agrícolas que realiza Monsanto en sus explotaciones?

Al igual que con el vertido creo que la utilización de plaguicidas debe ser el último recurso y no un proceso normal. Algunas aplicaciones tipo Monsanto son necesarias y otras, considero que son excesivamente agresivas y menos fundamentadas.

¿Qué futuro augura usted a la economía circular si se escucha a los expertos en Edafología?

La Edafología es una ciencia que permite conocer el valor de los elementos químicos, los componentes minerales, el humus, y sus interacciones, la diversidad de tipos y procesos de formación de suelos y las propiedades que se presentan en cada estadio evolutivo y contexto climático. A partir de la Ciencia del Suelo, se pueden obtener ideas muy claras de la importancia de los impactos, de hacia dónde van los diferentes sistemas biogeoquímicos en función de nuestras actuaciones y de cómo podemos recuperar y mejorar las funciones ambientales y productivas de los suelos a través de la correcta incorporación de materiales recirculados adecuados.

Por otra parte, impedir o limitar la degradación de los suelos y mejorarlos, es mejorar el Agua, el Aire, y la Biota, y, por supuesto, imitar el mejor ejemplo de Economía Circular: La Biosfera.

Tenemos que cumplir las leyes de la Biosfera, integrándonos en ella como un elemento más y estamos obligados a hacerlo, precisamente, por el conocimiento alcanzado. Biomímesis, Economía Circular y aplicación racional de los conocimientos son parte de lo que necesitamos.

 

Neus Agulló.-

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