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Entrevista a Josep Maria Tost, director de l’Agència de Residus de Catalunya

ESTAMOS ANTE UNA REVOLUCIÓN DE LA QUE NO SOMOS CONSCIENTES

Dirige la Agència de Residus de Catalunya, empresa pública adscrita al departament de Territori i Sostenibilitat de la Generalitat de Catalunya. Dispone de la experiencia que suele dar una alcaldía, en este caso la del municipio de Riudecanyes, en Tarragona. Ha ocupado cargos en la diputación de Tarragona, en entidades municipalistas y preside la ACR+, Asociación de las Ciudades y las Regiones para el Reciclaje y la Gestión Sostenible de los Recursos, con sede en Bruselas. Procede de Ciencias Empresariales, con especialización en dirección pública.

¿Cómo valora la economía circular desde la perspectiva de los residuos?

Está claro que la economía circular es un tema de necesidad vital porque aunque el día a día del ciudadano no va a largo plazo, los actores políticos, económicos y sociales sí deben ir planificando a medio y largo plazo. En la revolución que nos viene, ya no habrá residuos, sino recursos en constante circulación.

La demografía demuestra que circularizar es necesario

Sólo en tres generaciones han habido cambios sustanciales. En 1900, en el mundo vivían 2.000 millones de personas, en 1940 eran 2.400 millones de habitantes y en los años 70 éramos en el mundo 4.500 millones personas. Hoy somos 7.500 millones de personas y se prevé que en el 2050 vivamos en el planeta entre 9.000 y 10.000 millones de personas.

Planeta sólo hay uno

Como dijo Obama, no hay planeta B. Si todos los ciudadanos del mundo vivieran al ritmo de extracción de recursos que los catalanes o los estadounidenses necesitaríamos entre 2 y 2’5 planetas. Decía Stephen Hawking que si la humanidad no cambia su forma de hacer las cosas, se verá obligada, en cinco generaciones, es decir a sólo un siglo vista, a abandonar la Tierra porque será yerma. Una Tierra de 11.000 millones de habitantes en el 2100.

¿Cuántas toneladas de residuos genera Catalunya?

En Catalunya generamos entre 10 y 12 millones de toneladas de residuos en total, sin contar los residuos mineros. Un 3,7 millones de toneladas son municipales, entre un 3,7 millones de toneladas son industriales y 3 millones de toneladas de residuos provienen de la construcción.

 

“La separación de los residuos en los hogares es clave”

 

¿Cómo valora el reciclaje de los residuos municipales?

Los residuos municipales están en en el ojo de mira. Tenemos que reciclar mucho más. Hoy sólo reciclamos el 38%, pero es que dentro de dos años deberemos llegar al 60%, de ahí que sea tan necesaria la concienciación, la prevención, el eco-diseño y la implicación de la ciudadanía. La separación de los residuos en los hogares es clave y la fracción orgánica es la gran asignatura pendiente.

¿Y la industria?

En términos industriales, la industria lo hace mejor, lleva a valorizar el 80% de estos residuos y los de la construcción están llegando al 50%, fundamentalmente gracias a la ampliación del Puerto de Barcelona.

Habrá que reciclar más…

Cuando decimos a los ayuntamientos que hay que reciclar más, lo hacemos porque no podemos llevar al vertedero el 40% de los residuos ni quemar el 20%. Lo que tenemos que hacer es reciclar todo lo que podamos, que comportará ahorro de materias primas, generará puestos de trabajo y minimizar lo que se tira y lo que se quema.

¿Producimos y tiramos intensivamente?

Estamos produciendo al nivel del inicio de la revolución industrial, con una estrategia en la que partes de la materia, creas un producto y cuando ya no sirve, lo tiras. Por otro lado, la forma de consumir, también debe cambiar. El tipo de consumo que tenemos ahora es heredado de después de la segunda guerra mundial, donde la sociedad necesitaba producir mucho, para generar puestos de trabajo y crecimiento económico.

¿La obsolescencia programada empeora aún más?

No puede ser tampoco que los productos tengan una vida tan corta. Eso tiene que cambiar. Estamos ante una revolución de la que no somos conscientes. La economía circular nos comporta cambios a todos, obligatoriamente debemos consumir y producir de otra manera. Estamos obligados a salir de la confortabilidad personal y social.

El reciclaje agradece la circularización industrial y a la inversa

Tenemos que cambiar la forma de producir: una vez terminado el ciclo de vida de los productos, los podamos reinsertar en el ciclo de materia prima. Por tanto, el eco-diseño es el primer paso en la cadena de producción que debe contemplar el diseño de un producto que sea reciclable. También cuando se fabrica un producto deberíamos calcular su coste medioambiental, que vida útil tendrá y cuantas emisiones de CO2 nos costará transportarla desde lejos.

 

“La empresa lo tiene más claro que el ciudadano”

 

¿La industria lo tiene más claro?

Sí porque les comporta costes, tienen claro que debe ir a procesos productivos más eficientes para minimizar el residuo. La empresa lo tiene más claro que el ciudadano porque es un coste directo. Invierte, investiga, innova cómo producir utilizando menos materias primas y cómo generar menos residuos. En Catalunya, ya en los años 90, creamos la “Bolsa de Subproductos”, que es un market place, un espacio de intercambio entre empresas. Funciona de la siguiente manera: lo que para una es un residuo para otras es un sustituto de materia prima. Eso es auténtica economía circular.

¿Es más fácil circularizar pymes que grandes empresas?

Ser demasiado pequeño tiene una pequeña dificultad que es no poderte enfrentar a los retos de los nuevos tiempos. La ventaja es que en una estructura pequeña puedes hacer un cambio sin grandes traumas pero quizás no dispongas de suficiente reserva financiera para hacer este nuevo paso tecnológico.

¿La construcción debe cambiar de parámetros?

Los edificios deben ser bancos de recursos. Cuando se derrumba un edificio, todo ello debería servir para construir material para el nuevo que se construirá en su lugar. Por tanto, la construcción debe elegir entre el modular o en el modulable y que al paso de los años ese material se pueda reaprovechar todo. Ello comporta una revolución para la arquitectura y la ingeniería. Si no vamos a ese escenario de cambio global, nuestros descendientes se preguntarán qué hicimos para dejarles un planeta así.

 

“Debemos llegar a residuos cero”

 

¿Soluciones?

Tenemos que racionalizar la manera de producir y de consumir. Los países desarrollados deben ser conscientes de lo que gastan en recursos y por tanto debemos racionalizar el uso de materias primas minimizando las materias primas que necesitamos y, al final de cadena, que es donde está el reciclaje, minimizar los residuos. Debemos llegar a residuos cero.

¿Qué mecanismos tenemos para ponerlo en marcha?

Las decisiones políticas, industriales y sociales. Se pueden impulsar vía presupuesto público, vía legislativa y vía fiscal. Lo demás son sólo palabras y buenas intenciones. Como agencia intentamos impulsarlo vía subvenciones a la industria que circulariza, que minimiza los residuos, intentando apoyar nuevas tecnologías que reciclen más. Hay que apoyar a los municipios que reciclen más y mejor, via fiscal y penalizando todo lo que va a vertedero o a incineración. Pero nos faltan, como antes decía, herramientas de estado. Con ellas, Catalunya podría hacer como Alemania, Holanda, Noruega o Suecia.

¿Cuál es la gran solución de dichos países?

Ellos, vía fiscalidad o vía legislación impulsan que las empresas inviertan en economía circular. Los grandes bancos holandeses apoyan la estrategia circular de su país porque tienen incentivos fiscales. Es un grave error no fijarse en estos modelos pero en España no hay esta voluntad política porque ello significa romper con la comodidad de mucha gente. Se pierde el tiempo.

¿Europa se está reinventando económicamente con la circular?

Un suizo definió el concepto de economía circular hace unos 30 años, un economista que ya expresó la necesidad de la circularidad del modelo de sociedad, pero ahora el tema está sobre la mesa. ¿Quién lo pone? Europa, en el 2014. Fue concretamente el comisario Potoshnick quien dijo que Europa no es una isla, hay problemas de abastecimiento, gran parte de las materias primas que consumimos los europeos vienen de todo el mundo, necesitamos algunos materiales de países que están en conflicto donde puede haber, en un futuro, un problema de abastecimiento. Y hay una necesidad de que Europa se reinvente económicamente e intente, en lo posible, depender lo mínimos de terceros, que el mundo del reciclaje de residuos es un potencial de generación de nuevos puestos de trabajo.

 

“Nuestros hábitos de consumo deben ser más racionales”

 

¿La creación de puestos de trabajo de la circular es importante en reciclaje?

Potoshnick preveía un potencial de creación de 400.000 millones de puestos de trabajo en toda Europa con la economía circular. En el 2007, en Catalunya habían poco más de 700 gestores de residuos que empleaban directamente a 8.000 trabajadores. Según datos de 2017, ésas 700 se han convertido en 1.050 empresas que ocupan a más de 16.000 trabajadores directos. Por tanto, en Europa tenemos claro que el reciclaje es un gran potencial de generación de puestos de trabajo y es un motivo más para plantear la estrategia de la economía circular. Es fundamental el aprovechamiento de los recursos, la preservación medioambiental, frenar el desperdicio alimentario y concienciar a la población. Nuestros hábitos de consumo deben ser más racionales.

¿La decisión de compra del consumidor pesará?

Antes comprábamos en la tienda más cercana del barrio, ahora en varios modelos de distribución final. Esto no tiene marcha atrás. Si pensamos en la Barcelona de los años 70, generábamos por habitante medio kilo de basura por habitante, hoy genera 1,4 kilos. Si recuerdas qué plástico había en la nevera de casa en tu juventud, casi no había nada.

 

“La revolución del envasado está pendiente”

 

Ahora cualquier cosa va envuelta en plástico….

Cierto, pero no volveremos atrás porque también hay que tener en cuenta que tenemos una sociedad diferente. Hay diferentes hábitos de vida y consumo, la forma de trabajar, la organización de la sociedad, los horarios…hasta en las familias, que son menos numerosas que antaño lo cual condiciona también el envasado. Bien está que comencemos a recuperar los comercios de venta a granel pero la revolución del envasado está pendiente: menos envases y nuevos materiales. En el caso de los plásticos deben ser 100% reciclables.

Se ha fabricado tanto plástico como se ha permitido….

Los 50.000 productores de plásticos tienen muy claro que no quieren ser criminalizados y están invirtiendo para hacer una transición. Invirtiendo en investigación para ver cómo suplir los aditivos que se le echan al plástico, porque dificultan el reciclaje y lo convierten en lineal. Hay que hacer el plástico más reciclable, eso comporta una revolución tecnológica.

¿Cuál es el gran problema del plástico que no se puede reciclar?

El problema con que se encuentran es la diversidad de usos porque el plástico tiene muchas aplicaciones y debe ser resistente o transparente o de color, ignífugo, más duro más blando….Por tanto van hacia mono-productos que sean 100% reciclables. El paquete de economía circular que saldrá en breve, establecerá qué se puede llevar al vertedero, qué a la incineradora y qué no. Todo lo que no sea reciclable está prohibido enterrarlo o quemarlo. Ellos son conscientes de que deben cambiar.

 

“Las plantas de triaje no son la solución”

 

 

Al fin y al cabo, desaparecerán los vertederos….

En el 2030, en Catalunya sólo se admitirán el 10% de los residuos en vertedero. Eso afecta a todo el mundo, ciudadanos, empresas, industrias….todos tenemos nuestra cuota de responsabilidad. A nivel doméstico, el reciclaje debe ser en origen, selectivo, en casa. Las plantas de triaje no son la solución. Se tiene que concienciar al ciudadano. La llave de todo es la voluntad política y tomar decisiones que, a corto plazo, pueden parecer impopulares.

¿Como por ejemplo?

Que las tasas de la basura sean su precio real y no se mantengan, a veces, a precios tan bajos por temas políticos. Se tienen que transparentar, no ocultarse en el recibo del IBI o del agua. El 90% de la ciudadanía no sabe lo que paga de la tasa de basura. ¿Usted lo sabe? Porque si no lo sabe, sin conocimiento no hay cambio. Por eso la clave es una tasa transparente y justa: incentivar medidas como el pago por generación o por participación. Si tú reciclas, pagas menos y si yo no, pago más.

¿Cómo está funcionando el paquete de subvenciones en economía circular?

Muy bien. Por un lado hay voluntad de hacer cosas, pero también hay una gran colaboración entre industria, centros tecnológicos y universidades para innovar. Por ejemplo: nuestros móviles se reciclan en el Reino Unido. Las pilas las llevamos a reciclar a Euskadi. Es decir, debemos ser capaces de generar tecnología aquí, que nos permita reciclar en Catalunya,  generar nuevos puestos de trabajo y generar tecnología. Estamos muy satisfechos de que haya gente dispuesta a innovar en este sentido e incluso a exportar la tecnología.

Con más recursos económicos iría aún mejor

Ojalá tuviéramos más recursos pero estamos contentos de que, pese a la modestia, salen proyectos muy interesantes. Estamos pendientes de una alianza que hemos hecho con ACCIÓ para una línea de subvenciones de 600.000€ destinada a proyectos emblemáticos que espero que en seguida que tengamos gobierno se pueda publicar en los canales reglamentarios.

 

“Un gran poder es la compra pública innovadora y verde”

 

¿La construcción está respondiendo a las subvenciones?

Hemos preparado un decreto donde obligaremos al sector público y privado que el 5% de los áridos utilizados en las obras sean reciclados. Reciclamos mucho material pero no encontramos salida.Tenemos una asignatura pendiente, que es desarrollar el potencial de la compra pública. El 40% del PIB de Europa procede de las compras que realizan las Administraciones. Este es un gran poder. Es la compra pública innovadora y verde. Puede marcar muchos cambios, crear nuevos mercados de productos reciclados… En este caso es interesante que la administración contratante exija a su proveedor que el 5% de los áridos sean reciclados de calidad y con una serie de prescripciones técnicas. Ahora, lo que ocurre es que un arquitecto o un ingeniero ante la duda de escoger un árido artificial y uno natural, irá a lo seguro, que es el natural. Sin riesgos. Por eso, el proyecto de decreto garantiza la calidad.

 

“La comunicación con el ciudadano es clave: vía medios y escuelas”

 

¿Cuánto dedica la agencia a campañas para educar al ciudadano?

En el 2017, directamente, unos 5 millones de euros, aparte de las subvenciones para campañas de concienciación aportadas a los ayuntamientos. Tengo claro que la comunicación es clave, vía medios, vía escuelas…. Es una inquietud muy clara que tenemos. Eso cambia los hábitos diarios del ciudadano. Si la gente no es consciente de lo que hace, es un problema, no cambiará sus hábitos.

¿Está afectando el 155 en la política catalana de residuos?

El gobierno saliente nos pidió que continuáramos con las políticas previstas y desde el 27 de septiembre pasado es lo que estamos haciendo, trabajar. Seguimos ayudando, concediendo subvenciones y elaborando proyectos pero sí hay temas que los tenemos que despachar con Madrid, lo cual nos afecta. El consejero Josep Rull nos dio el mandato de que siguiéramos trabajando y eso hacemos.

¿En cuanto a legislación parlamentaria catalana?

Cuando en Europa se planteó la economía circular, en 2014, nosotros ya hacía diez años que trabajábamos en ello en materia de residuos porque Catalunya ha sido siempre muy sensible en materia medioambiental, quizás porque somos un país pequeño, con una gran complejidad medioambiental. Tenemos el PreCat, el PinfreCat y también otros muchos decretos en curso. Ahora estamos pendientes de las nuevas directivas del paquete de economía circular, a punto de salir del horno.

¿Hasta qué punto Catalunya es consciente de la protección medioambiental?

Catalunya siempre ha sido consciente del tema ambiental. Ha habido voluntad y liderazgo político para atacar el problema haciendo buenas leyes y destinando presupuesto. Pongo un par de ejemplos: en materia de aguas residuales, en los años 80, iban a los ríos sin depurar. Las aguas eran jabonosas y de colores. En materia de residuos, cada pueblo tenía un barranco, un solar, donde iba a parar la basura sin tratar, donde se quemaba o se soterraba. Teníamos 2.000 vertederos ilegales de residuos.

¿A quién le debemos ese cambio desde los 80 a hoy?

Cuando se creó en 1991 la Conselleria de Medi Ambient, con un hombre visionario como Albert Vilalta, se ponen en marcha la Junta de Aguas y la Junta de Residuos, con dos leyes muy potentes que ponen orden en estos problemas. Gracias a ello, hoy tenemos más de 500 depuradoras que depuran más el 96% de las aguas residuales del país y los 2.000 vertederos han desaparecido en favor de 25 depósitos ordenados y controlados. Somos herederos de la Ley de Residuos de 1993, que fue pionera. En los últimos 20 años hemos destinado mil millones de euros, procedentes de recurso propios, en crear infraestructuras de tratamiento de residuos y en subvenciones y apoyo al mundo local. Y tenemos una gran herramienta: hoy la Agencia de Residuos de Catalunya es una maquinaria excepcional, con más de 200 trabajadores, grandes profesionales.

¿Esto incomoda?

Claro que incomoda pero nadie dijo que tomar decisiones fuera fácil y la función de los gobernantes es ésa y tener perspectiva de futuro.

¿Se estudian fórmulas para que el ciudadano decida sobre el medioambiente más allá del día en que vota a sus representantes?

Sí, yo en eso confío mucho en las nuevas tecnologías, además tenemos ejemplos como los de Suiza que cada seis meses someten a votación una serie de medidas. En el caso de la Agencia, nos regimos por el PreCat, que es la planificación y gestión de residuos de Catalunya de 2016 a 2020. Parte de un proceso participativo realizado con el conocimiento del personal de la agencia. Se abrió a consulta pública y cualquiera podía hacer alegaciones. Recibí 1.200 y las contesté todas. De ellas aceptamos un 50% y cerramos el PreCat. Tienen que haber más mecanismos de este tipo para suscitar fórmulas de debate.

 

“Las estrategias de residuos deben ser municipales, regionales y estatales”

 

Como alcalde y director de la agencia ¿qué recomendaría a un titular de alcaldía?

Ante todo que la prevención y el reciclaje de residuos tienen que estar en su agenda. Que se estudie, a nivel local, cómo reciclar más y mejor. Vía puerta a puerta o con contenedores cerrados con chip, que tomen medidas de concienciación de la gente, que penalicen a quien no recicla. Que trabaje con los grandes productores, como hoteles, bares, restaurantes….

Como Presidente de la Asociación de las Ciudades y Regiones para el Reciclaje ¿qué estrategias se emprenden para potenciar el reciclaje?

Las estrategias a nivel de residuos deben ser municipales pero también deben haber estrategias regionales y estatales. Son vitales la educación de la ciudadanía, tener tasas justas, que cuando liciten pidan materiales reciclables. Exenciones fiscales para un negocio sostenible, bonificar la tasa de negocios respectuosos con el medio ambiente. La fiscalidad y la ejemplificación de la administración en la contratación de proveedores verdes.

game el objetivo a cumplir

El más inmediato. En 2020, reciclar el 60% de los residuos municipales de Catalunya. Reducir el derroche alimentario y generar muchos menos residuos. Todo ello, con un ojo puesto en el 2035 porque debemos reciclar un 65%, el vertedero máximo un 5% y el resto, incineración.

Neus Agulló.-

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