Eco-Circular.com: Noticias de economía circular

Portal de referencia en economía circular: Empresas, casos de éxito, noticias…

Hacia una transformación de la sociedad a través de la Economía Circular

Entre los defensores de la “economía lineal” existe un consenso general sobre los complejos cambios que han dado lugar el proceso de modernización de la sociedad hasta la fecha, y no es más que el resultado del rápido crecimiento del conocimiento, el desarrollo de la ciencia y de la tecnología, evidenciándose profundos efectos sobre la forma de relacionarse unas personas con otras y con la naturaleza.

En lo que va de Siglo, la sociedad globalizada, se sigue caracterizando por formas racionales de pensamiento en que las decisiones tienden a basarse aun en criterios tradicionales orientados a un fin. Las sociedades más avanzadas se distinguen principalmente por su capacidad de iniciar y acomodarse a los cambios científicos, tecnológicos y filosóficos en contraposición a las sociedades menos desarrolladas o en transición, que funcionan un poco por encima de los niveles de subsistencia, sin un futuro cierto para sus habitantes, frente a las modernas sociedades que han desarrollado mecanismos de promoción del crecimiento económico a través de la tecnología, el ahorro e inversión planificados linealmente.

La sociedad actual, basada aun en el crecimiento desenfrenado y ahora apoyada en la digitalización, no es ni físicamente sostenible ni socialmente deseable. Pero entonces cabe preguntarse, ¿Qué modelo alternativo de sociedad ofrece la Economía Circular? o en otras palabras, ¿Cómo debería ser la sociedad ecológica, sostenible y circular?.

La sociedad que nos ha llegado a este primer cuarto de Siglo XXI, derivada de la revolución industrial, que empezó a hacer crisis a finales del pasado siglo, se ha basado en las siguientes ideas:

1º. es preciso producir mucho y barato para satisfacer el consumismo de la sociedad

2º. hay que fomentar el consumismo para proporcionar a las personas una satisfacción que contribuya a su felicidad por la simple vía del materialismo convertido como objetivo.

3º. los recursos naturales son inagotables y si lo son, importa poco.

4º. cada generación debe resolver sus propios problemas sin preocuparse de los problemas que pudieran llegar a las generaciones futuras

5º. justificado siempre que produzca más comodidades, más puestos de trabajo y más riqueza a corto y medio plazo, denominándolo calidad de vida.

Los principios de la Economía Circular echan por tierra estas premisas. Los subproductos de la economía lineal se han hecho patentes en forma de caos ecológico: aumento de la temperatura media del planeta, crisis energética y de materias primas, incremento de los índices de morbilidad de la población, extinción de miles de especies vegetales y animales, cuyo disfrute y aprovechamiento les han sido negados a las generaciones futuras, puede decirse que la generación actual vive y ha vivido como defensora de la contaminación y del calentamiento global que su propia actividad genera.

Los distintos modelos de la Economía Circular se fijan en el funcionamiento de los propios ecosistemas, cerrando ciclos de materia y energía, orientados hacia un nivel de estabilidad global y resiliencia.

En teoría la Economía Circular determina un modelo de desarrollo sostenible basado en una economía de situación estable en que un stock de riqueza y de población se mantiene constante igualando los inputs a los outputs. El nivel de flujos de energía y recursos requeridos para mantener un nivel de desarrollo sostenible debiera ser lo más bajo posible. Este modelo traslada el concepto de cantidad al de calidad, el de producción al de distribución y servicios y el de propiedad al de compartir colaborativamente.

Ahora bien, también es cierto que el tránsito hacia la sociedad ecológica, sostenible y circular requiere una fuerte transformación de la base de la sociedad actual de consumo, lo cual puede llegar a generar una brecha norte/sur aun más radical si no se actúa de manera eficaz en dichas áreas del planeta.

Ante todo, es preciso concienciar, mentalizar y educar a la población desde la infancia. Para recoger los frutos de esta estrategia es preciso que transcurra, al menos, una generación, es decir, es preciso dejar transcurrir como mínimo unos 20 años (hablamos del 2035 desde la publicación del “paquete” de Economía Circular).

Con la Economía Circular, la ciudadanía ecológica se orientará cada vez menos al materialismo y al dominio de la naturaleza, el consumo y la producción perderán su prioridad en favor de actividades de tipo intelectual, creativo y cultural  (Economía Naranja).  Una sociedad más justa y menos jerarquizada permitirá el desarrollo de un más amplio abanico de conocimientos y habilidades, lo que conducirá obligadamente a una mayor diversidad social y cultural. La ciudadanía circular y más digitalizada debiera recobrar su propia identidad; sus conquistas serán la cultura, el autoaprendizaje, las relaciones sociales virtualizadas o no y su comportamiento estará más en consonancia con los ciclos naturales.

Esta sociedad motivará sus acciones bajo el prisma de la ética profesional, rechazando cualquier acción que pueda ser contraria a la conservación del medio ambiente. Dicha ética debe ser lo suficientemente fuerte como para resistir las presiones económicas y políticas de la globalización y hacer frente a las actividades especulativas (obsolescencia programada, greenwashing, etc.) poco respetuosas para la ciudadanía.

Los hábitos de la sociedad circular se basarán en un consumo de bienes duraderos, en la servitización, en la eficiencia energética y de las materias primas y en la lucha contra el despilfarro de cualquier recurso, ello traerá consigo la reducción en el consumo material, la reutilización de los productos y como mal menor, el reciclado de los residuos, una nueva estrategia sobre el plástico, una política de movilidad sostenible y una ordenación del tiempo más racional incluido el ocio, en el marco de la lucha contra el cambio climático.

Sin embargo, el cambio del modelo de sociedad debe hacerse de acuerdo con una doble estrategia alternativa: o se mantiene lo que es indispensable del modelo lineal para preservarlo adquirido (aunque vaya en contra de determinadas ideologías), o bien se acepta, después de haberlo anunciado, el precio que hay que pagar en términos de baja o retroceso de lo adquirido a cambio de otros progresos o compensaciones a definir, teniendo en cuenta que esta imprecisión, si no se gestiona adecuadamente mediante una transición en el horizonte temporal de al menos una generación, puede generar desasosiego, incomodidad e incomprensión por parte de la población.

Es un hecho irrefutable que las sociedades opulentas se acercan al fin de la era de la abundancia y de la rápida expansión. Muchas de nuestras instituciones políticas actuales (Ministerios, comunidades autónomas, y municipios) así como el comportamiento de la sociedad necesitarán un cambio. En este sentido hay una fuerte tendencia ideológica a que tendremos que vivir más modestamente, más frugalmente y controlar la capacidad tecnológica de manipulación de la naturaleza, sin embargo, este punto de vista no es compartido por todo el mundo, ya que otros mantienen que la anterior propuesta supone una pérdida de nervio social y empresarial, precisamente en el momento en que la nueva expansión de la tecnología digital, podría darle al ser humano un completo dominio sobre su comportamiento y preservación de la naturaleza y alcanzar un nivel de vida alto sin dañarla en este proceso. Guste o no, estas son las dos caras de una misma moneda: la Economía Circular.

José Vicente López Álvarez,

Director del Grupo de Innovación Ambiental y Economía Circular. Universidad Politécnica de Madrid
Regístrate al boletín de Eco-Circular
Enviaremos a tu email las noticias más destacadas sobre economía circular
¡Acepto condiciones de privacidad y acepto envío de boletín! Click aquí para ver políticas de privacidad.