Empieza un nuevo año académico. España contó el año pasado con más de ocho millones de estudiantes*. Considerando que, al menos, cada uno de ellos/as comprase un solo bolígrafo estándar de usar y tirar durante el curso, tenemos más de ocho millones de nuevos plásticos en circulación. Pese a que existen alternativas de otros materiales, como la madera, el producto apenas ha variado desde su nacimiento. En este sentido, hay una parte sobre la que puede actuarse dado su escaso uso y su alta tasa de pérdidas o deterioro: la funda o tapa de dicho bolígrafo. De los en torno a 6 gramos que pesa cada uno, aproximadamente 0,6 gramos corresponde a la tapadera. Esto, teniendo en cuenta los volúmenes y cifras anteriores, hace un total de 4.800 kilos de plástico con mayor impacto del residuo que valor añadido real.

En un alto porcentaje, el ciclo de vida del producto y experiencia de usuario pasa por:

Usamos el bolígrafo

Lo guardamos sin tapa o se desprende

Perdemos la tapa

La tinta se acaba

Tiramos el bolígrafo a la basura

La idea

La propuesta pasa por llevar a cabo dos cambios:

• Vender los bolígrafos sin tapadera.
• Conservar las tapaderas después de cada uso.
• Añadir una nueva línea de tapaderas de material sostenible, tales como cartón o tela.

¿Cómo?

• Los fabricantes venderán los bolígrafos sin tapadera
• Los usuarios adquirirán la cultura de guardar sus tapas.
• En caso de requerir una, adquirirán una de las nuevas sostenibles.

Beneficios

Los beneficios son múltiples para todas las partes:

Reducción de la basura plástica para todo el planeta.

Reducción de costes para el fabricante y mejora de imagen de marca.

Ahorro para los consumidores.

Novedad alineada con la economía circular

_{* Fuente https://www.europapress.es/sociedad/educacion-00468/noticia-espana-tiene-mas-ocho-millones-estudiantes-casi-700000-profesores-ensenanzas-no-universitarias-20180708124457.html}

David Arroyo Fernandez
https://davidarroyofernandez.wordpress.com/