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¿Seremos capaces de transformar la Economía de los Desechos en una Economía Circular Cero residuos?

Recientemente, me he incorporado, representando a APCER Group[1] (Climate Change Service), en 2 de los 55 Comités Técnicos, convocados para diseñar y poner en marcha el programa de CONAMA 2020, 14º Congreso Nacional de Medio Ambiente[2], concretamente, los CT-15: Economía Circular en la Construcción, integrado en el eje 3: Renovación urbana y CT-41: Nuevo Marco Normativo de Residuos para impulsar la Economía Circular, 1º CT del eje 8: Residuos.

Ya están en marcha las primeras reuniones de cada Comité, con el propósito de integrar a los colaboradores técnicos[3], identificar las cuestiones pertinentes a llevar a debate y diseñar una sesión técnica, que formará parte del programa oficial del Congreso.

Este evento cubrirá 9 ejes, que abarcan las áreas más sensibles y críticas, de nuestra sociedad actual y su impacto en el medio ambiente y biodiversidad, teniendo como telón de fondo, la urgencia de cambiar el paradigma socioeconómico hacia la Economía Circular.

Fig.1 Ejes CONAMA 2020

Ante la crisis climática y sanitaria global que estamos viviendo, se pone de relieve la obligatoriedad de frenar la degradación del medio ambiente, tal y como preconiza la nueva estrategia de desarrollo económico de la UE- Pacto Verde Europeo.

De hecho, la mayoría de las opiniones de los expertos sobre las causas de la pandemia, coinciden respecto a la interferencia y daños provocados por el ser humano y su modelo económico depredador, en los ecosistemas y biodiversidad, donde se concluye que:

Proteger el medio ambiente, es un poderoso“antiviral”.

Como defiende Laura Martín en su artículo de mayo pasado, publicado en la revista Compromiso Empresarial[4]:

nuestra mejor vacuna para el futuro es proteger la naturaleza y la biodiversidad y el mejor seguro de vida que podemos encontrar”.

Fig.2  medioambiente, planeta, biodiversidad, coronavirus, vacuna y salud. Fuente: foto ‘Pérdida de naturaleza y pandemias’.

Durante la desescalada y ahora en la “nueva normalidad”, estamos asistiendo a la salida a la luz de nuevas políticas, estrategias, planes de acción y normativas que tratan estos temas, incluso aquellas, que llevaban varios años“hibernadas”, como es el caso de la Estrategia Española de Economía Circular[5].

¿Será una señal de que aprendemos las duras lecciones de la pandemia?

Las lecciones impartidas por la situación dramática que estamos viviendo, deberían enseñarnos a distinguir lo esencial de lo accesorio, siendo lo más importante:

  • Valorar y respetar a los sectores de actividad y profesionales sin los cuales no supervivimos – hospitales y personal sanitario;personal de limpieza y recogida de basura; transporte de mercancías; sector agroalimentario y sus trabajadores; industria y comercio de bienes esenciales; productos nacionales y locales, que nos aportan sostenibilidad y autosuficiencia y, por supuesto, la investigación científica – pues ellos son los diques que sostienen la avalancha, evitando el colapso, frente una crisis de estas proporciones.
  • Testimoniamos una bajada significativa de la contaminación, tras un par de semanas de confinamiento, prueba irrefutable de que la naturaleza se puede regenerar, estando en nuestras manos, realizar los cambios que permitirán alcanzar un Desarrollo Sostenible y Equitativo
  • Las conclusiones científicas divulgadas, dejan claro que respectar los ecosistemas y la biodiversidad, es la clave para prevenir zoonosis como el coronavirus.

Para hacer cara a la emergencia ambiental que asola el planeta, deben abordarse de forma conjunta los varios ejes de las políticas mundial y europea – Green New Deal[6] y Pacto Verde Europeo. Los objetivos y medidas que constituyen las estrategias y planes de acción que les dan forma, deben alienarse, de modo a no desperdiciar esfuerzos ni recursos y lograr resultados consistentes y duraderos.

En este contexto, se vuelve fundamental, aprobar e implementar herramientas normativas y financieras, que permitan llevar a la práctica las políticas y estrategias medioambientales, sociales y económicas, que constituyen una respuesta efectiva, a los males causados por el modelo socioeconómico vigente.

De entre ellas, destaco: el Pacto Verde Europeo; el paquete de economía circular europeo; la Estrategia Española de Economía Circular; los borradores del plan nacional de adaptación al cambio climático 2021-2030, y del anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados y la Estrategia de la UE sobre Biodiversidad para 2030, que está  diseñada bajo el lema:

Traer la naturaleza de vuelta a nuestras vidas.

Fig. 3 Las principales herramientas del Pacto Verde. Fuente: CONAMA 2020.

Sin embargo, no basta definir el encuadramiento general europeo y nacional, hay que detallarlo y concrétarlo, a los niveles regional y local, para que el Pacto Verde Europeo y  su hoja de ruta, se conviertan en una realidad palpable, permitiendo que las regiones de la UE y de España, en particular, logren la Neutralidad Climática,en las 3 décadas que nos separan de 2050.

Del punto de vista de los paquetes de medidas financieras, como recordatorio, cito al artículo Hacia Una Recuperación Sostenible”[7], publicado en Project Syndicate:

Ahora que la crisis ha llegado, las políticas de rescate y la recuperación deben diseñarse para que tengan el máximo efecto antes de que el dinero público se agote. El plan de recuperación debe transformar la crisis en una oportunidad para adresar los temas urgentes y estructurales, y debe hacerlo rápidamente, evitando los errores de la crisis financiera de 2008 y 2009, cuando se puso en primer lugar a los bancos y a las corporaciones”.

Volviendo a CONAMA y a los 9 ejes que dan forma a su programa, uno de los más críticos es, sin duda, el 8. Residuos. No obstante, es también, uno de los que más puede beneficiarse de la transición hacia la Economía Circular, generando más valor para la economía nacional y mitigando los efectos de la dependencia externa de materias primas prioritarias.

Para hacerlo posible, hay que cambiar el tratamiento tradicional basado en soluciones de Fin de Ciclo (que dan paso a interminables discusiones, entre los defensores de la valorización energética y aquellos que  apostan por una separación responsable, en el origen,  preparación para reutilización o reciclaje, pero que requiere especialización por tipología de residuo y depende fuertemente de recursos tecnológicos, digitales y financieros) por un nuevo paradigma socioeconómico, que tenga como bandera la Economía Circular, apostando por el Ecodiseño y la prevención de los residuos. Porque como todos sabemos: “El mejor residuo es el que no se genera”.

Por lo menos 9 de los 55 CT que constituyen CONAMA, irán a idear y presentar propuestas enfocadas en la economía circular, atendiendo a la transversalidad de su Plan de Acción, como nos enseña la figura siguiente:

Fig.4: La transversalidad del Plan de Acción de E.C y los CT de CONAMA 2020. Fuente: CONAMA 2020.

En este contexto, resulta prioritaria un profunda revisión del paquete de legislación Residuos, encabezada por el Borrador del Anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados.

¿Qué cambiará con el nuevo anteproyecto de ley de residuos y suelos contaminados?

La salida a la luz del Anteproyecto de Ley de residuos y suelos contaminados, coincide con un intenso desarrollo normativo en materia de residuos, derivado de varias políticas y directivas europeas, que priorizan la Economía Circular de los Cero Residuos.

En estos términos, el anteproyecto tiene como objeto transponer, a España dos Directivas comunitarias:

  • Directiva (UE) 2018/851, de 30 de mayo de 2018, por la que se modifica la Directiva 2008/98/CE sobre los residuos[8];
  • Directiva (UE) 2019/904, de 5 de junio de 2019, relativa a la reducción del impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente[9].

Una presentación detallada, de los principales cambios planteados en esta propuesta, está disponible para consulta en la página de MITERD[10], destacando, de entre ellos:

  • Impulso a la economía circular mediante la revisión de los procedimientos de subproductofin de condición de residuo, habilitando la posibilidad de desarrollo a nivel autonómico;
  • Fiscalidad ambiental: introducción de un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables;
  • Medidas para reducir los residuos alimentarios, favoreciendo en primer lugar la donación de alimentos y otros tipos de redistribución de alimentos;
  • Prohibición de destrucción de excedentes no perecederos;
  • Medidas para reducir el consumo de agua embotellada en envase de un solo uso;
  • Establecimiento de un calendario de recogidas separadas obligatorias para nuevos flujos de residuos – textiles, domésticos peligrosos, aceites de cocina usados, adelantándolo para biorresiduos;
  • Incorporación de los objetivos de preparación para la reutilización y reciclado comunitarios para los residuos municipales[11], diferenciando un porcentaje de preparación para la reutilización y trasladando el cumplimiento a las CCAA;
  • Introducción de medidas para artículos de plástico no compostable no incluidos en la normativa comunitaria[12], para equiparar el nivel de ambición con las medidas adoptadas por diferentes CCAA;
  • Prohibición del uso de cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos intencionadamente, adelantándose a la decisión a nivel comunitario;
  • Revisión de la regulación sobre la responsabilidad ampliada del productor (RAP), lo que conlleva a que el productor inicial de los residuos esté obligado a asegurar su tratamiento adecuado, terminando dicha responsabilidad con la gestión final del residuo. Esta revisión, implica asegurar la trazabilidad al productor, a lo largo de todo el trayecto recogido, reduciendo significativamente la probabilidad de ocurrencia de tratamientos irregulares o de baja calidad, que aumentan el riesgo medioambiental. 
  • Inclusión de una previsión para su aplicación, en textiles y plásticos agrarios no envases, 5 años después de la entrada en vigor de la Ley.

El plazo para envío de observaciones y comentarios al anteproyecto de ley, comenzó el 3 de junio y finalizó el 3 de julio de 2020, ambos inclusive.

Las más de 3000 alegaciones recogidas  por MITERD, demuestran un interés creciente, por las temáticas de residuos y economía circular, lo que permitirá generar un 2º borrador más consensual y adaptado a las necesidades, cuya tramitación parlamentaria está prevista para principios de 2021.

En el marco nacional, han sido publicados, también recientemente:

  • el Real Decreto 553/2020, por el que se regula el traslado de residuos en el interior del territorio del Estado, con el objetivo de mejorar el procedimiento (para que sea más fiel al reglamento comunitario) y para clarificar la tramitación electrónica en los traslados[13]. A través de él, se pretende asegurar, igualmente, la accesible para todas las autoridades competentes en materia de inspección y control;
  • y, el Real Decreto 646/2020, por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero. De ello se destacan:
  • Artículo 6. Residuos y tratamientos no admisibles en un vertederose aprobará antes del 1 de enero de 2023 una relación de residuos que no se aceptarán en vertedero, por tratarse de residuos aptos para la preparación para la reutilización, el reciclado u otro tipo de valorización, en particular para los residuos municipales. En todo caso la citada relación de residuos, que tendrá carácter administrativo, deberá ser de aplicación antes del 1 de enero de 2024”.
  • Artículo 8. Objetivos de reducción de residuos con destino a vertedero:
  • 2025: la cantidad en peso de residuos municipales vertidos se reducirá al 40% o menos del total de residuos generados de este tipo;
  • 2030: la cantidad en peso de residuos municipales vertidos se reducirá al 20% (…);
  • 2035: la cantidad en peso de residuos municipales vertidos se reducirá al 10%(…).

¿Estaremos preparados para transformar residuos en subproductos de alta calidad?

¡Queda, todavía, mucho camino a recorrer para contestar afirmativamente a esta cuestión!

Se considera que la situación de partida es muy grave, con muy pocos avances en los últimos años.

Si hablamos del total de residuos municipales, España tiene mucho que mejorar. Hoy en día la tasa global de reciclaje de estos residuos es del 33,9%, una cifra muy distante de los objetivos que exige la UE para 2025 y de la media europea, situada en el 45%[14].

Respecto a la capacidad instalada para convertir residuos en subproductos, fue publicado el 26 de mayo, 2020, un Nuevo Estudio de la UE sobre Subproductos y Fin de la Condición de Residuo (FCR), que nos proporciona una panorámica de la situación actual.

Este estudio debería constituir un input fundamental para establecer reglas de juego comunes entre los Estados miembros y las regiones, permitiendo crear y hacer funcionar un mercado interno para las materias primas secundarias.

Es su objetivo también, proporcionar información clave a la C.E. que permita armonizar las disposiciones de cada país y región, sobre los temas: fin de la condición de residuo y subproducto.

Actualmente, los enfoques para reconocer el fin de la condición de residuo y aprobación como subproducto, difieren dentro de cada país miembro de la UE.

En España, son varias las quejas sobre los procedimientos de evaluación, centralizados y burocráticos, que imponen un sinfín de barreras y dificultades, hasta que una solicitud se convierta en un “Orden Ministerial”aprobado, de declaración de subproducto o fin de condición de residuo.

Para mejorar y contrariar esta tendencia, la nueva ley de residuos y suelos contaminados, tendrá que agilizar los trámites administrativos y descentralizarlos a las CCAA. Condición esencial, para impulsar la reintegración de los residuos como materias primas secundarias, en los ciclos productivos, desarrollando varios sistemas regionales y locales de simbiosis industrial.

Asimismo, es fundamental asegurar una sólida seguridad jurídica para los Estados miembros, los recicladores y los usuarios de materias primas secundarias, de forma que se eviten los traslados ilegales y las disputas sobre envíos de residuos y no residuos[15].

No restan dudas que, con los métodos tradicionales, basados en tratamientos de fin de ciclo, para minimizar los impactes ambientales de los residuos generados, aunque se consigan mejoras, estas jamás serán suficientes para alcanzar las metas que necesitamos cumplir.

Se deben direccionar los recursos financieros para soluciones medioambientales sostenibles, donde el ecodiseño, basado en un análisis del ciclo de vida de los materiales, productos y bienes de consumo, constituya una obligación.

La fiscalidad debe reestructurarse para agravar las cargas fiscales y sanciones aplicadas a los productos y procesos de fabricación, que resistan al cambio, manteniendo consumos elevados de materias primas y de energía, provenientes de fuentes no renovables, para llevar al mercado productos que no se pueden reconvertir en nuevas materias secundarias.

La tasa al vertido tendrá que incrementarse gradualmente, constituyendo una barrera a la eliminación de los residuos en vertederos, como ya se practica en varios países europeos y en la CCAA de Cataluña.

La nueva economía circular de los cero residuos, necesita de soluciones integradas, apalancadas por tecnología limpia y energía de fuentes renovables, desarrollo de nuevos materiales sostenibles y elevadas tasas de aprovechamiento de los desechos como subproductos.

El mercado de los subproductos, tiene que asumir el liderazgo, frente al comercio de materias primas vírgenes. Las plataformas digitales comunitarias y nacionales para la transacción de subproductos, son una herramienta fundamental para dinamizar este nuevo comercio.

El cambio de paradigma requiere también un cambio comportamental y cultural de los individuos y empresas, para que pasen a respectar, cada vez más, al planeta y su biodiversidad, buscando el equilibrio entre los factores económicos, humanos, sociales y medioambientales. La demanda por la felicidad y éxito, tendrá que asumir formas distintas, más allá de la pose de bienes materiales y status social.

Para concluir, me gustaría introducir un concepto, no hablado, aún, que aporta soluciones a los residuos acumulados y problemas medioambientales, originados por los vertederos. Se trata de la “minería de vertederos”, una fuente de recursos, todavía no explorada, como lo merece.

Fig.5 La minería de vertederos.

El Plan de acción de la Economía Circular del Pacto Verde Europeo se centra en una política de “productos sostenibles” priorizando la reducción y la reutilización de materiales antes de su reciclaje, ascendiendo en la jerarquía de los residuos. Sin embargo, aún no aborda la cuestión:

¿qué hacer con las enormes cantidades de residuos industriales y municipales que se han llevado a vertedero a lo largo de los últimos 100 años?

Teniendo esto en cuenta, se ha propuesto la Minería de vertederos como estrategia innovadora para aportar una solución a los residuos del pasado, independientemente de la urgente necesidad de evitar generar y acumular nuevos residuos en el futuro.

En la excelente revista digital “Residuo Profesional”, he leído, hace un par de semanas un artículo impactante, sobre un proyecto de investigación – NEW-MINE, que tiene como objetivo, desarrollar e integrar tecnologías innovadoras y sostenibles para valorizar los recursos contenidos en los vertederos europeos[16] y al mismo tiempo, mitigar futuros impactos ambientales y riegos de desastre.

Un ejemplo, de crisis sanitaria y medioambiental reciente, fue el caso del vertedero de Zaldibar, donde han perdido la vida 2 trabajadores y se ha lanzado al medio ambiente medio millón de toneladas de residuos, incluyendo el peligroso amianto.

Fig.6 Desastre el vertedero de Zaldibar

El proyecto de investigación NEW-MINE, dirigido por el Instituto de Metales y Minerales Sostenibles de la Universidad KU Leuven, se puso en marcha en 2016, para analizar distintas cuestiones de la Minería de vertederos. Su objetivo es “desarrollar e integrar tecnologías ELFM innovadoras y ecológicas para valorizar los vertederos europeos, recuperar recursos como materiales, energía y terreno, mitigar futuros riesgos medioambientales y sanitarios y evitar importantes costes de saneamiento”.

El Dr. Lieven Machiels, coordinador científico-técnico del proyecto en el Instituto de Metales y Minerales Sostenibles de la Universidad KU Leuven, lo explica:

“Creemos que la Minería de vertederos es el eslabón que falta para lograr una economía circular”.

El proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación de la Unión Europea, Horizonte 2020, y aglutina a ocho universidades europeas, junto con la empresa STADLER y otras firmas del sector privado.

Las nuevas tecnologías a incorporar a este proyecto van desde la “Exploración innovadora y el procesamiento mecánico de vertederos”, hasta la “Conversión termoquímica solar/plasmática/híbrida” y la “Reutilización avanzada”.

Fig.7 Minería de vertederos – proyecto NEW-MINE.

El proyecto NEW-MINE, difiere de la minería de vertederos clásica (reducir el volumen de residuos mediante, por ejemplo, su incineración y la recuperación de terreno, siendo generalmente limitada la producción de materiales reciclados), en la medida que sigue una estrategia de Minería de vertederos para lograr la máxima recuperación de recursos.

En lugar de quemar la fracción ligera, se produce un combustible derivado de residuos (CDR), que se convierte térmicamente para producir un gas sintético y un residuo vitrificado. El gas sintético puede reutilizarse posteriormente para producir metano o hidrógeno, y el residuo vitrificado puede usarse para producir cemento y materiales de construcción.

La investigación teórica sobre procesamiento mecánico se probó en condiciones reales en el vertedero de Mont-Saint-Guibert, en Bélgica.

Bibliografia

https://www.residuosprofesional.com/stadler-proyecto-mineria-de-vertederos/
https://www.residuosprofesional.com/estudio-ue-subproductos-fin-condicion-residuo/
https://www.compromisoempresarial.com/coronavirus/2020/05/proteger-medio-ambiente-mejor-antiviral-covid19/
https://ec.europa.eu/info/strategy/priorities-2019-2024/european-green-deal_es
http://www.conama2020.org/web/es/programa/conama-2020-en-marcha.html
[1]y Asociación Nacional de Auditores, Verificadores y Asesores Ambientales.
[2]que tendrá lugar en Madrid, del 23 al 26 de noviembre.
[3]más de 1.000 especialistas de los temas ambientales más relevantes.
[4]https://www.compromisoempresarial.com/coronavirus/2020/05/proteger-medio-ambiente-mejor-antiviral-covid19/
[5]Finalmente, el borrador de 2018, ha dado paso al documento final, aprobado el 2 de julio 2020, en consejo de ministros.
[6]Conjunto de propuestas políticas para ayudar a abordar el calentamiento global y la crisis financiera.
[7]de Laurence Tubiana, presidenta de la EuropeanClimateFundation y Emmanuel Guerin su director de Asuntos Internacionales.
[8]Plazo de transposición: 5 julio 2020.
[9]Plazo de transposición: 3 de julio 2021.
[10]Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico.
[11]55% en 2025, 60% en 2030 y 65% en 2035.
[12]artículos monodosis, anillas de plástico, palitos de plástico.
[13]«eSIR» – almacén virtual de notificaciones previas y documentos de identificación para el adecuado control y trazabilidad de los traslados de residuos.
[14]según los últimos datos de Eurostat (2016).
[15]Establecer los criterios nacionales para los subproductos y el fin de la condición del residuo, de conformidad con el artículo 38 de la Directiva (UE) 2018/851.
[16]En Europa se estima que puede haber hasta 500.000 vertederos, el 90% de los cuales son vertederos no sanitarios anteriores a la Directiva europea sobre vertederos, de 1999.

Luisa Abreu

Consultora en sistemas de gestión, E.C. y Sostenibilidad

linkedin.com/in/luisa-abreu-ramos-a47505121/

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