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DE LOS O.D.M. (FRACASO) A LOS O.D.S. (¿SEGUNDO FRACASO?)

Del 2000 al 2030 exhibiendo  un lamentable, hipócrita e inhumano  paripé.

RECORDEMOS:

Hace 19 años, el 2000, se firmaron los ODM (Objetivos Del Milenio) con el límite para su ejecución efectiva el año 2015. Naciones Unidas lanzó la propuesta de los 8 Objetivos del Milenio (ODM), según la cual para el año 2015 se habría reducido a la mitad la pobreza extrema en el mundo y se cumplirían las mejoras en cuanto a salud y educación primaria, igualdad entre géneros, combate sin tregua al sida y otras enfermedades contagiosas y un medio ambiente más acorde con el futuro. Los líderes mundiales se reunieron en una Cumbre para analizar los avances a solo cinco del cumplimiento del plazo. Aquí ya se intuyó el camino que llevaba al FRACASO de los ODM.

Recordemos que una de las fórmulas era que los países desarrollados que forman las Naciones Unidas debían aportar al menos un 0,7 de su presupuesto nacional a la cooperación al desarrollo para poder cumplir con los ODM. En este punto, y con excepción de cuatro o cinco países nórdicos europeos, todos miran para otro lado, escudándose en la crisis, siendo lo cierto que no estaba en su intención dotar presupuestariamente dicho porcentaje, sino más bien recortarlo como realmente ha ido ocurriendo incluso en los años anteriores a la crisis. la propia ONU, que ha demostrado no sólo su ineficacia para abordar semejantes objetivos, sino que precisa de una reforma solicitada a gritos por la opinión pública internacional para que pueda ser una organización operativa y garante de los avances mundiales. La estructura de Naciones Unidas está caducada…y sigue caducada.

SITUACIÓN ACTUAL

Las Naciones Unidas y los principales agentes defensores de los gobiernos del mundo se empecinaron en argumentar que los Objetivos de Desarrollo del Milenio demostraron que las metas funcionaron y que ayudaron, por ejemplo, a erradicar la pobreza en algunos casos, pero no en todos, y así publicaron que fueron un éxito y que a partir del 2015 era necesario seguir con una dinámica mucho más amplia y de mayor envergadura.

Así nacieron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que las Naciones Unidas están definiendo como parte de la nueva agenda de desarrollo sostenible que deben concluir la labor realizada con los ODM (?) y garantizar que nadie se quede atrás. Esta nueva agenda, se presentó en la Cumbre sobre el Desarrollo Sostenible en el pasado septiembre de 2015. Ahora se pide la participación directa de los tres actores sociales que conforman la sociedad, gobiernos, empresas y sociedad civil

 Personalmente y como profesional dedicado a los planes de marketing para implementar el modelo de Economía Circular en las empresas, territorios y en ayudar a la sociedad civil a cambiar su modelo de vida centrándolo en un modelo de consumo responsable para contrarrestar el de consumismo desaforado que nos ha llevado a la situación actual de decadencia, creo que los ODS y los nuevos modelos económicos deben ir absolutamente ligados entre sí, o sea, deberíamos ser capaces de girar el metabolismo de la ECONOMÍA GLOBAL para que el Bien Común formara parte del mismo sistema económico. Por lo tanto, los ODS deben ser incorporados en nuestro ADN, tanto el particular de las personas como el de las empresas y evidentemente el de los mismos gobiernos.

En el preámbulo de la nueva Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se señala como objetivo principal “hacer realidad los derechos humanos de todas las personas”, con el compromiso de aplicar la nueva agenda en conformidad con las “obligaciones de los Estados bajo el derecho internacional”

Objetivo prioritario el de “Poner a las personas en el centro del desarrollo” y la base para cumplir con este objetivo es “no dejar a nadie atrás”

Tengamos en cuenta, para mí lo más grave, que estos objetivos se plantean dentro de un contexto de consumismo marcado por la clásica Economía Lineal de “Producir – Consumir – Tirar”, la cual ha fomentado y está fomentando grandes diferencias sociales muy escandalosas que nadie ni las Naciones Unidas somos capaces de frenar. Por eso dudo que los O.D.S. sean eficaces mientras el capitalismo domine los destinos de la economía y de la sociedad.

Las empresas sobre todo deberían ser el Gran Motor de Cambio y tener clara conciencia de que su compromiso forma parte de su ENERGIA CORPORATIVA por encima de la energía financiera. Por eso deben considerar, a la hora de aceptar su adhesión y compromiso con los ODS que no pueden actuar de forma esporádica y/o coyuntural con los mismos pues esta actitud se traduce en el simple hecho de hacer caridad con una clara acción de limpieza de su imagen social, lo que se conoce como Green Washing.

Me subleva ver y leer en revistas especializadas en Responsabilidad Social Corporativa como anuncian que ciertas corporaciones se adhieren a los ODS y trabajan para que se cumplan los objetivos de las Naciones Unidas des de la filosofía interna de la compañía. Corporaciones que muchas de ellas escamotean el pago de impuestos en sus países respectivos, que negocian con armamento, que se enriquecen con la especulación inmobiliaria, que despiden a los trabajadores cuando tienen necesidad de reducir gastos o que trasladan sus producciones a países donde existe esclavitud infantil, en definitiva, que actúan de una forma absolutamente salvaje pero que tienen necesidad de limpiar su imagen y exponer en su memoria de sostenibilidad las acciones de bien común que realizan. Los ODS les vienen de maravilla. Hace unos meses leí que una importante corporación de venta de pizzas a domicilio había regalado 1.500 pizzas a los “sin techo” de una ciudad pues su compromiso con los ODS era acabar con el hambre en el mundo. Hizo caridad para que comieran dos noches en lugar de crear puestos de trabajo para rescatar de la calle a los “sin techo”.

Igualmente me subleva ver como en el Mediterráneo diariamente mueren miles de migrantes que huyen de sus países arrasados por las armas de gobiernos y gobernantes extremos que sin ningún tipo de misericordia los hunden al éxodo dramático o a la muerte segura. Incluso tenemos barcos de salvamento que los propios gobiernos “democráticos”, en este caso de la Unión Europea, les consideran traficantes de personas. Eso sí, los gobernantes, banqueros, políticos y presidentes de corporaciones todos los hemos visto luciendo en su puñetera solapa el escudito, PIN, de los ODS. Hipocresía.

Estamos absolutamente locos en un mundo gobernado por hipócritas. ¿Por qué las Naciones Unidas no se imponen a los gobiernos de países europeos y de la propia Comisión Europea que no acogen a las personas migrantes rescatadas por un barco de cualquier ONG de voluntarios que salvan seres humanos?  Personas que huyen de sus países porqué los arrasan con las armas vendidas por las grandes corporaciones económicas a los dictadores asesinos.

ESO SI, TODOS, CORPORACIONES INCLUIDAS, CON LA BOCA LLENA HABLANDO Y LUCIENDO DE Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Humanidad. Eso sí, las Naciones Unidas no imponen su criterio ni exigen resultados porque siguen caducadas.

 

JOAQUIM BRAULIO

Partner and founder of the Group381

 

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