Sostenibilidad social: poniendo alma a los alimentos que consumimos

Una iniciativa que genera oportunidades laborales para personas en riesgo de exclusión social

Además de las dimensiones económica y medioambiental, el tercer eje que conforma el concepto de sostenibilidad es la dimensión social. Un gran ejemplo de sostenibilidad social es la empresa Robingood que, tal y como nos explica su CEO, Paolo Fusaro, es “la marca social de referencia en el sector de la alimentación, que genera oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión social”.

“Nuestros productos no son alimentos cualesquiera; son alimentos con alma: cada uno tiene una historia detrás. Nuestro objetivo es hacer realidad los sueños de personas en riesgo de exclusión”, añade.

En concreto, Fusaro detalla que todos los productos certificados por Robingood cumplen uno de los siguientes estándares:

1) El 51% de sus colaboradores deben ser personas en riesgo de exclusión social.

2) El 100% de sus dividendos se donan a fines sociales.

En cuanto a la tipología de productos, fabricamos y comercializamos diferentes categorías de productos de alimentación,: cookies de chocolate, cookies de almendra con chía, barritas con pipas, palitos de pan con zanahoria, cremas de verduras y crema de zanahoria.

Nuestros productos son 100% sostenibles y naturales, elaborados a partir de ingredientes naturales y algunos con materias ecológicas.

Cada producto es elaborado artesanalmente de manera manual por fabricantes sociales. Cada producto es embolsado manualmente por una persona del Centro Especial de Trabajo de Barcelona

Nuestros packs son también sostenibles: “No tenemos plásticos en ningún producto y me gustaría destacar que en las galletas y palitos de pan hemos eliminado los embalajes superfluos y sustituido plástico por bolsas 100% compostables y reciclables”.

Respecto a las emisiones de CO2, en 2019 logramos reducir hasta 324 kg y para 2020 esperamos que la cifra alcance los 750 kg. “Algunos envíos de nuestros productos son hechos con los partners sociales Koiki y Nozama. En cada envío se ahorran 0,43Kg de CO2”.