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La Neutralidad de Carbono: factor determinante para la recuperación y competitividad de las PYMES

Fuente: especialista en economía verde de WWF Colombia

Desafíos y oportunidades de la triple crisis mundial

Estamos viviendo un momento sin procedentes en la historia reciente de la Humanidad, en el que nos enfrentamos, al mismo tiempo, a tres desafíos fundamentales y urgentes:

  • vencer la pandemia;
  • frenar el cambio climático;
  • combatir la crisis económica y las desigualdades entre países, regiones y personas, siendo este último, sustancialmente agravado por los dos anteriores.

Para solventar la triple crisis, ONU, UE y cada uno de sus estados miembros, están alineando políticas, redefiniendo estratégicas y directrices, en todas sus áreas de intervención, bajo dos retos globales:

  • decarbonización, y
  • compromiso con los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, persiguiendo la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad.

Fig. 1

Tan gigantesca misión, requiere un cambio radical en nuestro modelo de sociedad y en como usamos y gestionamos los recursos finitos del planeta.

Todos somos parte del problema y al mismo tiempo, parte de la solución, dependiendo de las actitudes y acciones emprendidas. Siendo así, podemos elegir entre dos caminos:

  • lamentar los daños sufridos (y que seguiremos sufriendo), aplicando un tratamiento paliativo que disminuirá el sufrimiento, pero no evitará la caída, o
  • hacer de la adversidad una oportunidad de cambio, hacia un nuevo modelo de sociedad más sostenible, resiliente y equitativa.

Las consideraciones anteriores, se aplican a todos los niveles: político/gubernamental; administraciones; enseñanza/investigación en las universidades y centros de desarrollo tecnológico; empresas (motores de la recuperación económica, de la innovación por la vía de la sostenibilidad y de la creación de empleo), y a todos y cada uno, en cuanto miembros activos y responsables de la sociedad civil.

La incertidumbre que vivimos puede suponer un freno a la voluntad de emprender nuevos retos, pero no nos queda otra opción viable. Y, cuanto más temprano adoptamos una nueva perspectiva de mirar hacia los problemas, para desarrollar soluciones creativas e innovadoras, más pronto veremos la luz al fondo del túnel.

Desde la cumbre de Paris, 2015, en la que se establecieron los 17 ODS de la Agenda 2030, hasta la última COP25, 2019, Madrid se ha recorrido un largo camino en la lucha por una sociedad más justa, segura y sostenible. Finalmente, en 2020, la emergencia sanitaria ocasionada por la covid-19, ha acelerado significativamente la definición y puesta en marcha de estrategias, objetivos y directrices de alcance mundial, para lidiar con la triple crisis pandémica, climática y humanitaria.

La mayoría de los países que forman parte de la ONU, han asumido en la cumbre virtual de diciembre/2020,el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono hasta 2050 (o 2060, China), de modo a que el aumento de la temperatura media global, no sobrepase 1,5 °C, a mediados de este siglo[1].

La UE y Reino Unido[2], pretenden liderar la carrera de descarbonización y sostenibilidad, por lo que han establecido metas de acción climática por encima de las exigencias de la ONU.

En el caso de la UE, se destacan:

  • reducir las emisiones de GEI[3], en un 55% hasta 2030, con respecto a los valores de 1990;
  • la aprobación del European Green Deal[4], nueva estrategia de crecimiento que tiene como finalidad transformar la UE en una sociedad climáticamente neutra, equitativa y próspera, con una economía moderna, eficiente en el uso de los recursos y competitiva, y,
  • el Plan de Recuperación para Europa, que presupone el mayor paquete de fondos de financiación jamás puesto en marcha – #NextGenerationEU. Un total de 1,8 billones de euros para reconstruir una Europa posterior a la COVID-19, más ecológica, digital y resiliente.

Por fin, en el contexto nacional, el gobierno aprobó, el pasado 3N 2020, la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, que marca la senda para alcanzar la neutralidad climática a 2050.

En ella, se integran, medidas transversales e interrelacionadas que permitirán la reducción de las emisiones de CO2 y el ahorro energético, de que se destacan:

–          oportunidades y palancas para la modernización y descarbonización de los diferentes sectores económicoseléctrico, planificación urbana y movilidad sostenible, edificación, industria agricultura y residuos, que alían las medidas para lograr la neutralidad con las de la estrategia española para la economía circular;

–          oportunidades económicas y de generación de empleo – la inversión derivada de los Fondos de Recuperación y Resiliencia irá orientada a acelerar la transición ecológica;

–          Conservación y Adaptación al Cambio Climático, para dar respuesta al reto de gestionar los riesgos y reducir la vulnerabilidad frente a los cambios actuales y futuros del clima en España;

–        Capital Natural, no solo por su valor intrínseco, sino también por su contribución a la absorción de CO2 (sumideros de carbono). Se subrayan los objetivos de reforestación de 20.000 hectáreas al año entre 2020 y 2050y la restauración y recuperación de 50.000 hectáreas de humedales hasta 2050.
 

Descarbonización, recuperación y competitividad de las PYMES

Para afrontar con éxito los desafíos de la triple crisis mundial, logrando la recuperación económica, el crecimiento del empleo y más bienestar para todos, se tendrá que apoyar la recuperación de las PYMES, principal fuerza motriz de nuestra economía y sociedad.

Este reto solo será viable, si los objetivos de neutralidad climática, ocuparen un lugar central en:

  • los modelos de gestión adoptados (transición del modelo lineal hacia la economía circular);
  • los proyectos de neutralidad/adaptación puestos en marcha (nuevos procesos, fuentes de energía renovables, materiales incorporados y productos/servicios sostenibles),usando las mejores tecnologías disponibles que permitan la descarbonización, y
  • los presupuestos de inversión a corto y medio plazo (que podrán beneficiarse de fondos dedicados a la economía circular y a la neutralidad de carbono – fondos Next Generation)

Llevar los objetivos globalmente fijados para el horizonte 2030, de la esfera gubernamental al tejido empresarial, compuesto por un 99,8% de pymes, permitirá, no solamente lograr los compromisos asumidos para reducir las emisiones de GEI, sino optimizar los consumos de energía, materias primas, agua y otros recursos, permitiendo ahorros económicos significativos.

¿Estarán las pymes preparadas para alcanzar la neutralidad?

Porque hay que medir para transformar, el primer paso para alcanzar la neutralidad es el cálculo de la huella de carbono. Los siguientes, serán el establecimiento de un plan de acción que permita reducirla y, por último, cuando ya no se pueda reducirla más, entablar un plan de compensación.

Así dicho parece fácil, pero, empecemos por el principio, es decir, explicando lo que es la huella de carbono y las diferentes normas/herramientas que se pueden utilizar para calcularla, reducirla y compensarla.

¿Qué es la huella de carbono?

La huella de carbono de una organización, es la totalidad de gases de efecto invernadero (GEI)[5] provenientes por efecto directo o indirecto de la actividad de dicha organización.

El análisis de la Huella de Carbono, abarca todas las etapas del desarrollo de la actividad de una empresa, pudiendo emplearse como indicador ambiental global de la actividad; como punto de partida para establecer y poner en marcha un plan de reducción del consumo de energía o para certificación y obtención de un sello de sustentabilidad, bajo normas reconocidas nacional y/o internacionalmente.

También se pueden calcular las huellas de carbono de productos/servicios o eventos. El cálculo para las organizaciones se hace en una base anual, mientras que, en los otros casos, se aplica el ciclo de vida.

Fig. 2: Huella de carbono de organización vs. Huella de carbono de producto
Fuente: https://www.envirall.es/reduccion-de-emisiones-y-huella-de-carbono/

Ventajas

Medir la huella de carbono, permitirá a las pymes:

  • Mejorar la eficiencia y reducir los costes mediante la disminución del consumo de energía;
  • Satisfacer las exigencias de descarbonización de los clientes y mercados;
  • Cumplir con los requisitos de contratación verde de las administraciones públicas;
  • Prepararse para la futura legislación sobre gases de efecto invernadero, que será mucho más exigente y irá abarcar muchos más sectores de actividad;
  • Influir en su cadena de suministro para que cumpla con los objetivos de descarbonización;
  • Comprometer a sus empleados, los involucrándo en planes de reducción y/o compensación de las emisiones de CO2.
  • Demostrar su responsabilidad ambiental y social, ante clientes y sociedad;
  • Acceder a fondos de financiación verdes.

¿Cómo reducir la Huella de Carbono y alcanzar la neutralidad?

La reducción de la huella de carbono, está asentada en 3 pilares fundamentales:

  • eficiencia energética;
  • energías renovables, y
  • cambio de modelo de negocio (transición del lineal a lo circular, a lo largo de todo el ciclo de vida).

Para poner en marcha proyectos empresariales para reducir la huella de carbono, existen varias vías posibles, de acuerdo con la norma o referencial elegido por la empresa, como se verá a continuación.

I – Registro de huella de carbono MITECO: cálculo, reducción y compensación

En 2014, encuadrado en el objetivo nacional de reducción de emisiones de CO2, fue creada la herramienta nacional de Registro de Huella de Carbono, publicada en el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo.

El objetivo, de esta normativa, es fomentar el cálculo y reducción de la huella de carbono de las organizaciones, así como de promover los proyectos que mejoren la capacidad sumidero de España.

La inscripción de una huella de carbono y su compromiso de reducción se rige por los siguientes criterios básicos[6]:

  • El tipo de huella de carbono a inscribir corresponde a la huella de carbono de organización.
  • El alcance mínimo necesario para la inscripción corresponde a las emisiones de gases de efecto invernadero de alcance 1[7] y 2[8]. En todo caso, se anima a calcular las emisiones del alcance 3[9]; éstas también pueden ser inscritas.
  • Todas las emisiones correspondientes al alcance 3 y las de alcance 1 y 2 en el caso de organizaciones no pymes o pymes que cuenten con emisiones de proceso, deberán estar verificadas por un tercero independiente.
  • Su organización debe disponer de un plan de reducción de la huella de carbono.

En la página web de MITECO, podéis encontrar información detallada, así como los factores de emisión actualizados y una serie de calculadoras (básica, ayuntamientos, agrícola, absorciones y reducción), para llevar a cabo el cálculo de la huella de carbono.

Cuando una organización se inscribe en el registro, recibe un certificado de inscripción y el derecho al uso de un sello. Este sello permite distinguir:

  • el nivel de participación de la organización en el Registro: si calcula su huella, ha conseguido reducirla o si ha compensado toda o parte de ésta.
  • El año al que corresponde este nivel de participación,

conforme detalla y ejemplifica el guía de interpretación.

Desde 2014, que se publica anualmente un informe que hace un balance de la adhesión de las organizaciones al esquema de registro nacional de huellas de carbono y de los resultados obtenidos en térmicos de cuantidad de emisiones de CO2e registradas. El último informe disponible, es el de 2019[10], cuyas conclusiones más relevantes, se presentan a continuación:

  1. un crecimiento sólido, desde el inicio, y acelerado en los últimos 2 años del número de huellas de carbono registradas, sobre todo en la sección A, que corresponde al 1º nivelcálculo. Entre 2018 y 2019, ese aumento fue de un 40%.
  2. En según lugar y también con una tendencia de crecimiento significativa, tenemos la sección Breducción, esto porque hasta que una organización no cuente con cuatro años inscritos, no podrá optar a la reducción.
  3. Y, por último, la sección 3compensación, con un número más reducido de registros, pero que también están creciendo, lo que añadido al hecho de que cada vez más organizaciones han logrado reducir su huella, y la han inscrito, ocasiona un aumento en el número de sellos completos, “Calculo, reduzco y compenso”.

A 31/12/2019, el número de organizaciones inscritas alcanzaba las 1.011, habiendo inscrito entre todas 2.243 huellas de carbono, tal y como se puede apreciar en las tablas y gráficas, siguientes:

Fig. 3

Fig. 4
  1. Cada año se siguen incorporando nuevas organizaciones al Registro, además de que vuelven a acudir organizaciones que ya habían inscrito sus huellas de carbono en años anteriores.
  2. A medida que el Registro recibe más solicitudes de inscripción, se produce un incremento en la cantidad de sellos “Reduzco” que se incorporan.
  3. De las 21 categorías que contempla el código de la Clasificación Nacional de Actividades Económicas 2009 (CNAE 2009), el Registro cuenta en estos momentos con representación de 20, siendo lo más representado el sector de la “Industria manufacturera”.
  4. El número de inscripciones, según la dimensión de las empresas, demuestra que son las pequeñas y las medianas, las que más huellas han inscripto.
  5. Y, en la distribución por CCAA, se destacan Madrid, Comunitat Valenciana y Andalucía.

Una presentación detallada se puede ver en las tablas y gráficas siguientes:

Fig. 5

En cuanto a las emisiones de GEI inscritas, en valores absolutos, los resultados han sido los siguientes:

Fig. 6

Destacándose, en los primeros puestos, los sectores de “suministro de energía eléctrica, gas vapor y aire acondicionado” e “industria manufacturera”, que en conjunto cuentan con 93,2% de contribución al total de los alcances 1+2. Y, en un según nivel de relevancia, los sectores de “Construcción” (2,90%), “suministro de agua, actividades de saneamiento, gestión de residuos y descontaminación” (1,50%) y el sector de “transportes y almacenamiento” (0,60%).

II –Estándares más utilizados en el cálculo de la huella de carbono: similitudes y diferencias

Los estándares más comúnmente utilizados para calcular la huella de carbono de una organización son:

  • el Protocolo GHG[11]. que es la herramienta internacional más utilizada para el cálculo y comunicación del Inventario de Emisiones.
  • la ISO 14064 – parte 1: Cuantificación e informe de las emisiones de gases de efecto invernadero para las organizaciones, coadyuvada por la ISO 14069, que proporciona orientaciones para aplicar la primera.

Al implementar cualquier de estos estándares, la empresa podrá obtener una declaración de verificación de una entidad tercera, que certificará su conformidad y acceder a un sello de huella de carbono.

Cabe destacar igualmente PAS 2050, una especificación BSI[12] para uso público, creada en colaboración con Carbon Trust, Defra[13]y otros expertos, reconocida actualmente como el mejor modelo para la evaluación de emisiones de GEI del ciclo de vida de un producto/servicio.

¿Cómo interpretar e implementar estos estándares en una PYME?

Principales conceptos asociados a la Huella de Carbono, identificación y cálculo de emisiones

La 1º etapa, incluirá la definición de los límites del sistema, determinación los limites de la organización e identificación de todas las fuentes de emisión de GEI, que serán incluidas en el inventario, distribuidas por los distintos alcances operacionales.

El Protocolo GHG, considera tres tipos:

  • Alcance 1, incluye todas las emisiones directas, p.e: las provenientes de calderas, flota de la empresa, proceso y emisiones fugitivas[14].
  • Alcance 2, aplicase a las emisiones indirectas asociadas a la electricidad, y
  • Alcance 3, abarca el resto de las emisiones indirectas, provenientes, p.e, de: viajes realizadas (usando medios de transporte externos);transporte de los empleados al local de trabajo; transporte de mercancías adquiridas para la producción y/o de los productos finales para el mercado (a cargo de los proveedores o de transportistas subcontratados);incorporación de materias primas, materiales de envase y embalaje u otros productos, adquiridos (que, a su vez, han producido emisiones de CO2, aguas arriba), en el proceso productivo y productos de la empresa; emisiones resultantes de otros servicios subcontratados; de la gestión y tratamiento de residuos y del uso de los productos de la empresa, aguas abajo.
Fig.7  Fuente: GHG Protocol

Sin embargo, en el protocolo GHG, el alcance 3, es una categoría de cálculo opcional.

Es decir, al empezar su reto de huella de carbono, aplicando la normativa nacional (Real Decreto 163/2014)o siguiendo el Protocolo GHG, la pyme, solo está obligada a incluir en su cálculo los alcances 1 y2.

Así siendo, podrá tener el 1º sello, sin enfrentarse a las emisiones indirectas del alcance 3, que le pueden traer problemas como: la dificultad en obtener datos fiables y/o no tener capacidad de influir en la reducción de dichas emisiones.

Esta última categoría, podrá ser gradualmente incorporada año tras año, beneficiando de la experiencia adquirida, aumentando la exactitud del cálculo de la huella de carbono de la organización.

La fórmula de cálculo de las emisiones de GEI, está compuesta por 3 parámetros:

  • Dato de Actividad – es la medida cuantitativa de la actividad que produce una emisión, es decir, los datos de actividad son relativos a consumos, que pueden ser de materias primas, productos, energía, transportes, etc. Dichos consumos, permiten cuantificar las emisiones de GEI, p.e: consumo de una caldera en kVh o litros de gasóleo; kilómetros recorridos por un camión; cuantidad de una materia prima comprada (Kg).
  • Dato de Emisión–es la medida directa de las emisiones de los gases considerados (p.e. metano, N2O u otro GEI) para el cálculo de la huella de carbono, expresándose en peso (Kg) o volumen (m3), e: cuantidad de emisiones que se producen cuando se consume 1 kilovatio en una caldera o cuando se recorre 1Km, con un camión de determinadas características.
  • GWP (potencial de calentamiento global) – medida relativa de cuanto calor puede ser atrapado por un determinado tipo de GEI, en comparación con el gas de referencia, CO2. Permite transformar una emisión de cualquier GEI en CO2 equivalente[15].

Aplicando la fórmula, tenemos que:

Emisiones de cualquier GEI (tonCO2eq) =dato de actividad x dato de emisión x GWP

Esta fórmula será aplicada, tantas veces, cuantos fueren los datos de actividad y de emisión incluidos en el cálculo y la huella de carbono de la organización, será la suma de los resultados parciales.

La norma ISO 14064-1, presenta algunas diferencias, relativamente a los referenciales anteriormente mencionados. Para cumplir con ella, la organización deberá tener en cuenta, 3 categorías de emisiones:

  • Emisiones directas  (corresponden al alcance 1 en el Protocolo GHG): son propiedad o están controladas por la empresa.
  • Emisiones indirectas de energía (alcance 2 en el Protocolo GHG): provenientes de la generación (de origen externo) de electricidad, calor o vapor para satisfacer la demanda de la organización.
  • Otras emisiones indirectas (alcance 3 en el Protocolo GHG):  se reflejan en la huella de carbono de la empresa, pero pertenecen o son controladas por otras organizaciones. En algunos casos, estas emisiones pueden incluso ser más importantes que las directas, atendiendo al sector de actividad de la empresa, e. en una cadena de distribución de una marca de prendas de vestir o en una cadena de supermercados, las emisiones indirectas provenientes de las operaciones de logística y transporte asumen un peso muy significativo, que no se puede excluir del cálculo de la huella de carbono.

En 2018, fue publicada una nueva versión de la norma ISO 14064-1, que atribuye más importancia aún a las emisiones indirectas, desglosando el grupo “otras emisiones indirectas”, en 4 categorías, nombradamente: emisiones por transporte; por productos y servicios utilizados por la organización; asociadas al uso de los productos de la empresa y provenientes de otras fuentes. A su vez, cada una de estas categorías, se divide en otras subcategorías, permitiendo aumentar la exactitud del cálculo.

La norma, no excluye, por tanto, ninguna categoría de emisiones, lo que cuenta es su significancia para el cálculo de la huella de carbono. Para determinar dicha significancia, se aplican criterios, como p.e: magnitud/volumen de las emisiones; nivel/capacidad de influencia; acceso a información y exactitud de los datos. En base a estos criterios, la empresa decidirá de todas las emisiones indirectas, cuales son significativas, y que, por consiguiente, se incluirán en el cálculo de su huella de carbono.

Sin embargo, se mantiene la misma fórmula de cálculo y fuentes de información válidas para obtener el GWP.

Etapas principales de un proyecto  de la huella de carbono 

  1. Análisis de situación: identificación de las fuentes emisoras de GEI; mapeo del proceso, de proveedores y subcontratados; selección del enfoque de cuantificación y categorías.
  2. Recopilación de datos: diseño de herramientas para la recopilación de datos de actividad, datos de emisión, etc; obtención y tratamiento de los datos.
  3. Cuantificación de las emisiones de GEI y Calculo de la Huella de Carbono: selección y justificación de una herramienta de cálculo que minimice al máximo la incertidumbre de las estimaciones y produzca resultados lo más precisos posible; cuantificación de las emisiones y obtención de la huella de carbono de la organización; análisis de los resultados.
Fig.8
Fuente: https://www.enerki.es/actividades/ahorro-energetico-para-pymes/38-rsc-calculo-de-huella-de-carbono-registro-nacional-de-huella-de-carbono
  1. Elaboración del informe que incluye: caracterización de la empresa, objetivos, inventario de emisiones de GEI, por actividades y alcances; metodología utilizada para el cálculo de la huella carbono, incertidumbre asociada, factores de emisión, etc; presentación de los cálculos y resultados.
  2. Planes de Reducción y/o Compensación, en función de los resultados obtenidos.

Como hemos visto anteriormente, calcular la Huella de Carbono, es tan solamente el punto de partida para establecer un Plan de Reducción y empezar el camino de nuestra pyme hacía la neutralidad de carbono.

Concluida esta etapa, debemos llevar a cabo proyectos, que permitan:

  • Aumentar la eficiencia energética (e. cambiar hábitos de consumo, instalar sistemas digitales inteligentes, sustituir la caldera por una bomba de calor más eficiente);
  • Pasar a las energías renovables (e. sustitución de combustibles como el gasóleo o el gas, por biomasa, en las calderas; instalación de paneles solares);
  • Asegurarse de que está comprando energía renovable a la red (certificado EAC[16] u otros que permitan reducir nuestra huella de carbono.

Casi todas las acciones anteriores, suponen un ahorro energético y por tanto un ahorro económico.

Cuando, los esfuerzos para reducir la huella de carbono, hayan alcanzado su límite máximo, atendiendo a la tecnología disponible, costes y/o eficiencia esperada, podemos seguir disminuyendo o hasta lograr el cero neto, a través de proyectos de compensación. que consisten en desarrollar o apoyar el crecimiento de sumideros de carbono, como p.e. plantación de árboles (por iniciativa propia o adhiriendo a proyectos de compensación existentes a nivel nacional o global).

En la página de MITECO, podéis acceder al listado de proyectos nacionales de compensación, que incluyen acciones como la reforestación de áreas devastadas por incendios y creación de nuevos bosques en áreas no forestales.

Al nivel internacional, están disponibles diversas plataformas de compensación, autorizadas a emitir los respectivos certificados, como es el caso de la plataforma de compensación de la ONU, donde se incluyen proyectos certificados por la CMNUCC que reducen, evitan o eliminan de la atmósfera emisiones de gases de efecto invernadero.

Fig.9: Actuaciones que reducen la Huella de Carbono
  1. Verificación por entidad externa (cuando proceda o por decisión de la empresa): declaración independiente de verificación y emisión de certificado.
  2. inscripción en el registro de Huella de Carbono. El registro será válido por un año, es decir, la empresa que pretende seguir con el proceso de mejora, deberá hacer un seguimiento de las acciones emprendidas, volviendo a cuantificar sus emisiones, para comprobar si ha logrado cumplir con los objetivos definidos de reducción y/o compensación y volver a registrar su huella de carbono.

¿Cuáles son las ventajas de verificar la Huella de Carbono (VHC) y disponer de un sello?

Calcular la huella de carbono y desarrollar proyectos de reducción y/o compensación, trae, a las pymes múltiples ventajas, de las que se destacan: el ahorro energético y económico; el acceso a fondos de financiación para nuevos proyectos sostenibles y la capacidad de competir en un contexto empresarial que está cambiando, cada vez más rápido, hacia la nueva economía circular y neutral. 

En este contexto, el hecho de comunicar hacia el exterior los esfuerzos emprendidos y logros alcanzados, permitirá a las empresas, mejorar su imagen, aumentando el impacto positivo en sus negocios, siendo estas las principales razones por las que, la verificación y obtención de un sello de Huella de Carbono, les potenciará beneficios aún más significativos.

La verificación de la Huella de Carbono, tiene como objeto asegurar, de forma independiente, que la declaración efectuada relativa a las emisiones de GEI, a través del informe de emisiones elaborado por la empresa, es completa, exacta, coherente y transparente, cumpliendo con los requisitos de la norma/especificación elegida para el proceso.

Si se cumplen estos presupuestos, se concederá un certificado a la empresa y el derecho a usar un sello, que, según cada situación particular, puede ser: Calculo, Reduzco y/o Compenso.

Cualquier empresa, independientemente de su dimensión, sector de actividad, productos/servicios colocados en el mercado, implicada en reducir y/o compensar sus emisiones de GEI, puede llevar a cabo este proceso.

La Verificación de la Huella de Carbono es pertinente para las empresas que:

  • ya informen de las emisiones de CO2 por normativas obligatorias y que deseen ampliar el ámbito para que abarque toda la organización;
  • en breve vayan a ser obligadas a adoptar un sistema obligatorio para emisiones de CO2;
  • que informen voluntariamente a iniciativas como Carbon Disclosure Project;
  • PYMES más pequeñas que busquen un primer paso gestionable a la hora de fomentar su contribución a la sostenibilidad y, al mismo tiempo ahorrar en sus facturas.

La verificación, consiste en una auditoría para la validación del cálculo por una tercera parte independiente y técnicamente capacitada. Una vez superado el proceso de verificación, la empresa obtiene, de la entidad verificadora responsable[17]:el informe de Verificación; la Declaración de Verificación y el Certificado de Conformidad de Verificación del Inventario de Emisiones GEI, según la norma o referencial usado.

A continuación, podéis ver algunos de los sellos más conocidos en el mercado nacional e internacional.

Fig. 10

Ejemplos de compañías que han incluido la descarbonización en su modelo de negocio

  • Grupo Matarromera, primera empresa española en calcular la huella del carbono.
  • CVNE, primera bodega española en conseguir la doble huella ambiental (carbono y agua).
  • Santander, carbono neutral en 2020.
  • Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, según el modelo de registro del ministerio, en 2018 ha reducido en 586,1 toneladas sus emisiones de CO2 mediante la optimización energética en el transporte de equipajes y otras iniciativas.
  • Danone, en su negocio de aguas ha reducido entre 2015 y 2019, un 17,5% de sus emisiones, lo equivalente a 700.000 árboles absorbiendo CO2 durante 10 años. Mientras que, en el negocio de lácteos, ha reducido un 17,3%, lo equivalente a 3M árboles absorbiendo CO2 durante 10 años.

En el ámbito del proyecto Lean&Green[18], se destacar: Alfil Logistics[19], CapsaFood[20], Chep España[21], DHL España, DIA España, Grupo Eroski, GBFoods, Heineken España, IMCD Iberia, Leroy Merlin España[22], Lidl España, Mahou San Miguel, SAICA[23], TaisaLogistics[24] y Unilever España[25].

Un buen indicador del esfuerzo que están poniendo las compañías españolas en su proceso de descarbonización, es el aumento de empresas nacionales que aparecen en el listado Clean 200, un ranking que evalúa las 200 compañías de todo el mundo que cotizan en la bolsa y que lideran el camino para la transición energética hacia modelos más limpios, sostenibles y renovables.  Así, en el último ranking de 2019, se encuentran Siemens Gamesa[26], Acciona[27], EDP Renováveis[28], Abengoa[29], Sacyry Amadeus IT Group.

Por último, se destacan las pymes y micro empresas, como Calzados FAL – CHIRUCA® y Erre Ese, que han obtenido el sello completo de MITECO.

.¿Queréis ser la próxima pyme en la carrera hacia el cero neto?

[1]Respecto a la era preindustrial.
[2]Ahora separado a raíz del Brexit.
[3]Gases de efecto Invernadero.
[4]Pacto Verde Europeo.
[5]Principales GEI: dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
[6] https://www.miteco.gob.es/es/cambio-climatico/temas/mitigacion-politicas-y-medidas/inscripcion-registro.aspx
[7]Emisiones directas y que pueden ser controladas por la organización.
[8] Emisión indirecta – consumo de electricidad.
[9]Otras emisiones indirectas que la organización no puede controlar, apenas influir dentro de lo posible.
[10]Publicado en febrero de 2020.
[11]Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol)
[12]British Standards Institution.
[13]Dpt for Env Food & Rural Affairs.
[14]Un ejemplo de emisiones fugitivas, son las fugas de gases refrigerantes.
[15]Los valores de GWP, pueden obtenerse en las tablas actualizadas del MITECO o, en el caso de algunas fuentes de emisión más complejas, en las directrices del IPPC.
[16]Los Certificados de Atribución de la Energía (Energy AttributesCertificates, EAC) se emiten como prueba de la electricidad producida a partir de fuentes renovables. Cada EAC demuestra que 1 MWh se ha generado y vertido a la red desde una fuenterenovable, como un parque solar o eólico.
[17]En el “Documento de Apoyo para la Inscripción de La Huella de Carbono de una Organización en el Registro de Huella de Carbono, Compensación y Proyectos de Absorción de Dióxido de Carbono”, MITECO, son enumerados todos los criterios aceptados para reconocer los verificadores de huella de carbono, en España.
[18]Lean & Green es la mayor plataforma europea de colaboración especialmente dirigida a reducir las emisiones asociadas a la cadena de suministro.
[19]prestación de servicios logísticos integrales de valor añadido cimentados en la multimodalidad.
[20] Empresa del sector lácteo, que apuesta por el crecimiento sostenible.
[21] Responsabilidad Ambiental y Social.
[22] Sostenibilidad, ofreciendo soluciones energéticas respetuosa con el medio ambiente y más de 80% de los productos de madera, con certificado de sostenibilidad.
[23] Soluciones sostenibles, para la fabricación de papel y embalaje, así como para la gestión de residuos.
[24]Digitalización y sostenibilidad.
[25]Combatir el desperdicio alimentario es uno de los pilares de la estrategia de sostenibilidad y responsabilidad social de UNILEVER.
[26]Líder en energías renovables.
[27]Líderes en soluciones sostenibles de infraestructuras y proyectos de energía renovable.
[28]Líder en energías renovables – 4º producto mundial de energía eólica.
[29]Tecnologías para el desarrollo sostenible en los sectores de infraestructuras, energía y agua.

Luisa Abreu
Consultora Economía Circular, Sostenibilidad, Estrategia y Sistemas de Gestión.  Ethics Advisor ION4RAW.  Miembro de los comités CT-15: Economía Circular en la Construcción y CT-41: Nuevo Marco Normativo Residuos, CONAMA, 2021
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