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¡Navidad … hiperconsumo…un montón de residuos y emisiones de CO2!

¿Por qué no somos capaces de reducir el impacto ambiental de las fiestas navideñas, en plena emergencia climática?

Navidad está a la vuelta de la esquina y todo se está preparando para acoger ciudadanos consumiendo desenfrenadamente, como si no hubiera un mañana. Precisamente en este año de 2019, en el que se acaba de conocer que la concentración de los gases de efecto invernadero (GEI) alcanzó un nuevo récord: 407,8 ppm, es decir, un 147% más del nivel preindustrial de 1750[1].

El movimiento iniciado por la joven activista medioambiental sueca Greta Thunberg, Fridays for the Future, a finales de 2018, alcanzó dimensiones mundiales (manifestaciones y huelgas estudiantiles), presionando las Naciones Unidas a endurecer las medidas de acción climática, para impedir el desastre global y a presionar a los países para cumplir con los 17 ODS definidos en Paris, 2015.

 

Fig.1 COP25: “Greta llega a Lisboa, despues de 3 semanas en el Atlántico”, Metro Jornal, 4/12/2019

Ante la toma de conciencia y presión de la opinión pública, liderada por los millennials, de que urge cambiar nuestro modelo económico y social hacía la sostenibilidad, el pasado 28N, Europa (alineada con sus directrices y programas de acción para combatir el cambio climático 2020 – 2050), ha sido el primero continente a declarar la Emergencia Climática.

En su discurso, tras la aprobación de esta medida, un eurodiputado anónimo declaró:

…ahora tenemos que seguir adelante … podemos haber declarado la emergencia climática pero las personas en las calles no nos están exigiendo declaraciones, nos están exigiendo acciones…”

A raíz del traslado de la COP25 a Madrid, el calentamiento global se ha vuelto un tema recurrente de todos los periódicos, revistas, telediarios y otros programas de debate de opinión.

Los escenarios que se antevén, apuntan para consecuencias desastrosas (si, se sobrepasan 1,5ºC de aumento de la Tº media de la Tierra) que afectarán todo el planeta durante el siglo XXI.  Tema este, que ya les presenté en mi artículo de noviembre “¿Será que lograremos frenar el cambio climático en los próximos 10 años? ”.

Sin embargo, aunque la mayoría de nosotros manifieste públicamente su preocupación con respecto al cambio climático y esté viviendo con consternación la 1ª emergencia climática de la historia mundial, en realidad, seguimos como se no fuera nada, dando alas al despilfarro navideño[2].

 ¡Menuda contradicción!…

  • ¿Será que nuestra creatividad no es todavía suficiente para armonizar estas dos realidades antagónicas? 
  • ¿Podemos enviar el cambio climático de vacaciones navideñas y volver a recibirlo, en toda su gravedad, después de los Reyes?

A continuación, les presentaré las principales componentes de este dilema…

La otra cara de la Navidad

Navidad no es solamente un periodo de paz, reunión familiar y solidaridad, tiene otra cara menos agradable que se vuelve bastante visible los días que se siguen a las fiestas, en que comidas familiares y regalos se convierten en montañas de residuos.

        Fig.2 – Costo ambiental de las fiestas de Navidad y Año Nuevo, EcoNoticias.com

Además, es costumbre consumirse grandes cantidades de carne, uno de los mayores causantes de emisiones de GEI[3].

El pescado y mariscos, están también bien representados en nuestras mesas, que contribuyen así, para el agotamiento de los recursos marinos y a la contaminación de los mares de todo el mundo[4].

A sumar a todo ello, el despilfarro de alimentos en Navidad puede aproximarse al 40%[5].

Fig.3 – Despilfarro de Alimentos en Navidad, Fundación Alicia

El aumento significativo de la basura derivada de los regalos, de los bienes obsoletos que se tiran y del despilfarro de alimentos, incrementa los flujos de residuos orgánicos, de envases y embalajes (papel, cartón y plásticos), equipos eléctricos y electrónicos, etc.

Durante las Navidades 2017-2018, se generaron en España, 862.000 toneladas de papel y cartón[6].

En diciembre y enero el reciclaje de estos materiales se incrementa un 10% con respecto a la media mensual del año.

   Fig. 4 – Los hogares vascos multiplican los residuos en Navidad, Idea, I. ALONSO.

Según datos anuales de 2017, la economía española generó 132,1 millones de ton de residuos[7] un 2,3% más, que en el año anterior. Las categorías de residuos generados más relevantes fueron los minerales[8] (69,1 millones ton), los residuos mezclados (35,9 millones) y los residuos de animales y vegetales (8,9 millones).

 Es, sin duda, muy preocupante que los residuos mezclados, representen un 26,17% del total, habiendo aumentado en un 2,8%.

Cuanto a los Hogares (consumidores) fueron generados un 2,9% más de residuos. Por tipo de residuo, los generados por los Hogares con mayor peso fueron, una vez más los Residuos mezclados, 84,1% del total. Las categorías Papel y Cartón (4,7%) y Vidrio (3,6%), se encuentran en las 2ª y 3ª posiciones.

Multicolor separation on waste concept: not separated plastic, metal,organic, mixed waste, paper

Fig. 5 – Residuos mezclados. Autor: barmalini

Del total de residuos tratados, el 53,9% acabaron en el vertedero, el 38,9% se reciclaron, el 3,7% se reutilizaron en operaciones de relleno y el 3,5% se incineraron.

Sin embargo, se observamos los dados de ECOEMBES, 2018, el escenario parece ser más animador:

“En 2018, cada ciudadano depositó 15,7 kg de envases de plástico, latas y briks en el contenedor amarillo (un 12,3% más que en 2017) y 18,1 kg en el contenedor azul (+12,4% más que en 2017). Esto supone el mayor incremento en la aportación desde que se implantó el reciclaje de envases en España”. ECOEMBES, no menciona todavía los residuos mezclados… que como sabemos no son de su competencia.

  Evaluando otro dato muy importante, “cantidad total de residuos generados por persona/año”, España se encuentra en los 462 kg (25 kg por debajo de la media de la Unión Europea)[9].

 

Fig. 6 – Comparación de varios países de la UE, respecto a la cuantidad de residuos producidos persona/año, Waste UE.

Después de comparados todos estos datos, se concluye que los resultados que hemos conseguido de separación para reciclaje, respecto a los consumidores, no son todavía muy significativos.

¿Cómo se comporta el consumo en Navidad?

El hiperconsumo, que caracteriza estas fiestas en los países dichos desarrollados, contamina, agota recursos y aumenta las emisiones de CO2, contribuyendo, para agravar las consecuencias del cambio climático.

A pesar de diciembre se considerar el mes estrella de las compras navideñas, la carrera a las tiendas empezó en la última semana de noviembre, superando los datos, de la 1ª quincena de diciembre 2018.

La campaña del Black Friday atrae a un 77% de los consumidores españoles y, en Europa, a un 68%. Los españoles gastan, en media, unos 127€ este día, una cifra que representa alrededor del 23% de su presupuesto total navideño”[10].

Los “media” (tele, radio, internet: tiendas online, Amazon, Instagram, Facebook, YouTube influencers, etc), encabezados por las redes sociales, que miramos todo el rato, siguen publicitando el consumismo de siempre, que nos mantiene sus rehenes.  No vemos ni escuchamos una sola palabra sobre otro tipo de productos alternativos.

Sin embargo, si, por iniciativa propia, decidimos probar hacer una búsqueda en la misma internet, encontraremos fácilmente varias sugerencias para comprar regalos más sostenibles, así como, consejos para disfrutar de las fiestas navideñas, reduciendo, al mismo tiempo, nuestra huella de carbono.

Les dejo, algunos de esos ejemplos:

·         FENTOmoda sostenible – una nueva oferta gallega en prendas de vestir, que trabaja para conseguir una moda más ética y transparente que respete a las personas y el medio ambiente.

·         Esturirafi – que nos presenta una propuesta de 30 Regalos sostenibles para Mujer, en la Navidad 2019. Productos artesanales hechos en España, con materiales orgánicos y naturales.

·          BeKoffee empresa portuguesa, que usa los posos de café como materia prima de base, para producir varios accesorios y bisutería, aliando arte & design al desarrollo de nuevos ecomateriales

·         Archivo ECODES[11]: Una Navidad CERO CO2: consejos para reducir tu huella de carbono.

¿Qué gañamos con la iluminación navideña?

En Navidad, verificase un aumento significativo del consumo energético.

El gasto eléctrico por hogar aumenta un 28% de media[12].

En el dominio público, tomaré como ejemplo, el impacto ambiental causado por la iluminación navideña de Vigo, Galicia (a pesar de este año se estar usando tecnología led), que representa como mínimo 700 ton de CO2e emitidas a la atmósfera[13].

Fig. 7 – Iluminación, Vigo 2019, Faro de Vigo

Además, cubrir árboles de luces, puede causarles enfermedades y muerte prematura.

La contaminación lumínica, afecta, igualmente a nuestra salud y altera los biorritmos de todos los seres vivos.

Esto no significa, que pretenda señalar con el dedo una única ciudad gallega, que ve aumentada su atracción y receta turística, invirtiendo fuertemente en iluminación y adornos navideños; y que, de esta forma, procura competir con las ciudades más grandes de España y del mundo.

Lo mismo se está pasando un poco por todo el globo: Madrid, Barcelona, Londres, Paris, Nueva York o Tokio, no dejaron de apostar en una sobredosis de consumo energético y de recursos no renovables, para atraer a los visitantes.

Fig. 8 –Casa Blanca, Navidad 2019, El Periódico

La movilidad navideña: más leña al fuego de emisiones de CO2

Más de 17 millones de españoles se desplazan por carretera para celebrar las Navidades, junto a sus familiares, es decir más de 36%.[14]

Aumenta igualmente el número de desplazamientos de avión, dado que España recibe cada Navidad a españoles que residen en el extranjero y a muchos turistas. El movimiento inverso, de españoles que se desplazan al extranjero en las fiestas, también se debe considerar.

El crecimiento del transporte aéreo, que se verificó en los últimos años, es además fundamental para que España siga siendo un país líder del turístico mundial, a pesar de no se compatibilizar con el reto medioambiental de reducir emisiones de Co2.

Navidad, está igualmente asociada a un crecimiento significativo del transporte de mercancías, agravado, en los últimos años, por la explosión incontrolable de las compras online.

Este tipo de compra, sencilla y cómoda para el consumidor (realizada en plataformas de e-commerce, como es el caso de Amazon), genera un sinfín de embalajes e implica el transporte de inúmeros productos a largas distancias de su origen, factores que hacen disparar las emisiones de GEI.

El aumento del empaquetado debido a la venta online, genera el doble del impacto ambiental que el comercio tradicional, según informe divulgado por AECOC[15] de gran consumo.

En 2018, transporte y almacenamiento fueron responsables por un aumento de emisiones de GEI, en España de un 2,6% (51.480,4 miles de tCO2e)[16].

Tras la reflexión realizada concluyese que, estamos ante una red compleja de múltiplos factores políticos, económicos, sociales y culturales, que contrarían los objetivos y acciones definidos para combatir el cambio climático, durante las Navidades, ocasionando, al revés, un incremento sustancial en la huella de carbono.

Probablemente algunos de vosotros dirán que el problema no es la Navidad y que el despilfarro de las fiestas no es más que una gota en el inmenso océano de las emisiones de efecto invernadero.

Sinceramente no estoy de acuerdo.

La economía española emitió 340,7 millones de toneladas de gases de efecto invernadero en 2018[17], siendo un 21,0% de estas emisiones provenientes de los hogares, o sea del comportamiento de los consumidores.

No podemos dar la espalda argumentando que ser Sostenible durante la Navidad no irá arreglar lo que estamos haciendo mal el resto del año, o que, si otros no lo hacen o lo están haciendo peor, nuestro esfuerzo no cambiará nada.

Todos los cambios de actitud son imprescindibles y urgentes, desde el del ciudadano, a el de las empresas e instituciones públicas.

Implantar soluciones estructurales y globales para combatir el cambio climático, es el Compromiso y la Misión que deben asumir los líderes mundiales y gobernantes de cada país, cambiando sus Políticas y Actuación en materias como el Consumo, la Economía Circular y la Sostenibilidad.

Desgraciadamente, hemos visto, en la COP 25, que los países menos comprometidos son los que más están contribuyendo para el Calentamiento Global con los EEUU y China a encabézalos.

Fig.9 – Greta y Trump dos mundos antagónicos en la Navidad 2019, créditos portal noticias COPE

Las decisiones políticas, a este nivel, no dependen ni corresponden directamente al consumidor/ciudadano o a los miles de PYMES, que forman los distintos sectores de actividad económica, y que siguen contaminando el planeta.

Sin embargo, tal hecho no sirve de excusa para olvidar el compromiso personal de cada uno, en hacer lo correcto para mejorar, cada día, su entorno social y ambiental, incluyendo los que son de fiesta.

Deberíamos, aprovechar la Navidad para demostrar, que nos estamos esforzando por cambiar nuestro modelo económico y de consumo, pero al revés, preferimos olvidar la emergencia climática hasta los Reyes.

Tenemos dos elecciones posibles:

Sí somos capaces de cambiar de chip, pasando a valorar más las cosas sencillas y minimalistas; disfrutando más de nuestras familias y amigos que de los bienes de consumo o de la moda, quizá logremos ser un poco más felices al mismo tiempo que salvamos al Planeta.

Sí no cambiamos de inmediato nuestro modelo económico y social, basado en un consumo masivo y en un despilfarro generalizado de los recursos, las Navidades serán infelices para el Planeta y también para las Nuevas Generaciones.

[1] Datos mundiales, 2018.
[2] Según un estudio de la Universidad de York, Inglaterra, en algunos días de Navidad se emite un 5,5% del dióxido de carbono (CO2) producido todo el año.
Este contenido ha sido publicado originalmente por Diario EL COMERCIO en la siguiente dirección:https://www.elcomercio.com/tendencias/navidad-emisiones-co2-cambioclimatico-impactoambiental.html. Si está pensando en hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. ElComercio.com
[3] Metano y Óxido Nitroso (datos INE, España 2018).
[4] Agricultura, ganadería, selvicultura y pesca, contribuirán para las emisiones en España, 2018, con 48.464,0 miles tCO2e, (un 14,22%).
[5] Según Ecologistas en Acción.
[6] Datos Aspapel
[7] INE, datos 2017.
[8] originados principalmente por la Construcción (35,0 millones de toneladas) y la Industria (32,0).
[9] Datos UE 2017.
[10] Datos Delloite.
[11] Ecología y Desarrollo.
[12] según datos de Red Eléctrica de España (REE).
[13] Datos publicados en “Voz de Galicia”. Según declaración del propio alcalde de Vigo, Abel Caballero, al “Correo Gallego”: la ornamentación del 2019 será mayor que la de 2018: “Vamos a instalar 10 millones de luces led, 2.700 arcos, habrá 334 calles iluminadas, luces en 465 árboles (…).
[14] Según datos DGT, estimados para 2018.
[15] Asociación de Fabricantes y Distribuidores.
[16] Cuentas medioambientales. Cuenta de Emisiones a la Atmósfera – Año 2017, INE.
[17] Datos 2018 INE. Unidad: miles de toneladas de CO2 equivalente. Variación: porcentaje sobre el año anterior.

Consultora en sistemas de gestión, E.C. y Sostenibilidad

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